“El FBI confirma que un 11º paquete fue encontrado en Florida, de apariencia similar a los otros, dirigido al senador Cory Booker”, indicó la policía federal en Twitter.
Medios estadounidenses dijeron que un paquete adicional dirigido al exdirector nacional de inteligencia Clapper fue hallado en Manhattan, aunque los reportes no fueron confirmados aún por las autoridades.
El FBI, el Servicio Secreto, que vela por la seguridad de dignatarios y exdignatarios, y otras agencias buscan identificar al o los responsables de lo que los republicanos en el poder y los demócratas en la oposición han calificado como “terrorismo interno”.
Las presuntas bombas de fabricación casera fueron interceptadas desde el lunes en medio de una tensa campaña para las legislativas de mitad de mandato del 6 de noviembre.
Los paquetes fueron enviados por correo a prominentes figuras opositoras a Trump, entre ellas el expresidente Barack Obama y la ex candidata presidencial Hillary Clinton, así como a la cadena de noticias CNN, muy crítica del mandatario.
Booker es considerado un potencial candidato para las presidenciales de 2020. Clapper es uno de los exjefes de inteligencia que ha cuestionado a Trump desde que asumió el cargo en enero de 2017. Un paquete a nombre del director de la CIA de Obama John Brennan fue hallado el miércoles en las oficinas en Nueva York de la CNN, donde frecuentemente es invitado como analista.
En agosto, Trump resolvió retirarle a Brennan la autorización de acceso a información clasificada. Ese beneficio es históricamente otorgado a altos funcionarios para acceder a información delicada y confidencial, incluso después de que dejan el cargo.
Clapper se pronunció en contra de esa decisión junto a varios exjefes de la agencia de inteligencia CIA. Además de Obama, Clinton y Brennan, vía CNN, la docena de paquetes sospechosos alcanzó al multimillonario y donante del Partido Demócrata George Soros; al exvicepresidente de Obama Joe Biden; al ex fiscal general de Obama, Eric Holder; a las legisladoras demócratas Maxine Waters y Debbie Wasserman Schultz y a la estrella de Hollywood Robert De Niro.
Hasta el momento, nadie ha resultado herido, pero el incidente ha aumentado la polarización antes de las elecciones legislativas, vistas como un referendo sobre la gestión de Trump y el Partido Republicano, que puede perder el control del Congreso.