Oposición venezolana apuesta por el boicot a elecciones presidenciales

CARACAS. La oposición venezolana rechazó participar en las elecciones presidenciales del 22 de abril, argumentando que son “fraudulentas” y buscan dar “apariencia de legitimidad” al mandatario Nicolás Maduro, ahora con el camino libre para su reelección.

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En un comunicado leído por su coordinador Ángel Oropeza ante la prensa, la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) dijo no “avalar lo que hasta ahora es sólo un simulacro fraudulento e ilegítimo de elección presidencial”.

“Este evento prematuro y sin condiciones (...) es sólo un show del propio gobierno para aparentar una legitimidad que no tiene, en medio de la agonía y sufrimiento de los venezolanos”, subrayó.

No obstante, la MUD dejó abierta la puerta a asistir a los comicios si el gobierno ofrece, a última hora, garantías de un proceso libre y transparente, como lo pidieron en un diálogo en República Dominicana, que naufragó el pasado 7 de febrero.

La MUD exige como garantías para los comicios -que debían realizarse en diciembre y fueron adelantados por el oficialismo- observación internacional, auditorías y un Consejo Nacional Electoral (CNE) “equilibrado”.

Sin un rival de peso a la vista, Maduro parece asegurar la reelección pese a que su gobierno es reprobado por 75% de los venezolanos, según sondeos, debido al colapso económico que sufre el país con las mayores reservas petroleras del mundo.

“Maduro está quizá en su momento más débil, pero su fortaleza es la debilidad, las fallas, la falta de unión y de coherencia de la oposición. Es lo que le da oxígeno”, comentó a la AFP Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos.

En crisis de credibilidad y con sus principales líderes -Leopoldo López y Henrique Capriles- inhabilitados políticamente, la MUD debatió por dos semanas su decisión, bajo presión pues algunos países adelantaron que desconocerán los resultados de los comicios.

Algunos dirigentes opositores, como el expresidente parlamentario Henry Ramos Allup, tienen aspiraciones presidenciales; mientras Henri Falcón, exgobernador disidente del chavismo, parece dispuesto a inscribir su candidatura con su partido minoritario. Ninguno de los dos estuvo en la conferencia.

“La MUD virtualmente está liquidada. Esto significa para la oposición un gran descrédito por no haber visualizado la coyuntura y planteado una estrategia proactiva. Es preferible que desconozcan tu victoria a perder por no participar”, dijo a la AFP el politólogo Luis Salamanca.

En su declaración, la MUD anunció que convocará un “gran frente amplio nacional” con fuerzas sociales y políticas para “alcanzar este año elecciones limpias y competitivas, y lograr el rescate de la democracia”.

“Si la MUD no tiene un plan, si en los próximos dos meses fracasa en articular la reactivación de la sociedad civil me parece que va a desaparecer”, opinó Seijas.

 El oficialismo va por el jaque mate. El poderoso líder chavista Diosdado Cabello anunció el martes que propondrá a la Asamblea Constituyente, suprapoder oficialista que rige al país, adelantar los comicios legislativos que deben celebrarse en 2020 para el día de las presidenciales. El Parlamento es el único poder que controla la MUD.

“La apuesta de Maduro es desaparecer a la oposición momentáneamente, darle un golpe de gracia, terminar de hacerse del poder”, señaló Seijas. Sin embargo, agregó, “continuará y se agravará el problema con la comunidad internacional”, pues es de esperar que un anticipo de las parlamentarias no sea bien recibido.

El adelanto de las presidenciales fue rechazado por los 14 países del Grupo de Lima –entre ellos Brasil, Argentina, Chile, Colombia, México, Perú– y Estados Unidos, aduciendo falta de garantías para un proceso libre.

“La opción menos costosa para la oposición, pero que también es terrible, es no participar, porque participando la comunidad internacional la va a señalar”, aseveró Seijas. Según el Gobierno, la MUD no participa en los comicios por orden de Estados Unidos, que, a su juicio, busca derrocar a Maduro mediante un golpe de Estado y una invasión militar apoyada por la “derecha venezolana”.

Maduro, heredero del fallecido líder socialista Hugo Chávez, asegura que irá por la reelección con o sin contrincantes. De momento, solo tiene dos de poco peso: el pastor evangélico Javier Bertucci y el opositor Claudio Fermín, quien no está en la MUD.

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