Los diferentes sondeos realizados a boca de urna otorgan al Partido Socialista (PS) entre 30% y 36% de los votos (siete a nueve diputados), contra 25% y 29% (seis a ocho diputados) para la coalición gobernante, formada por el Partido socialdemócrata PSD (centroderecha) y el CDS (conservador).
De confirmarse, este resultado sería un duro revés para el primer ministro portugués Pedro Passos Coelho, a poco más de un año de las elecciones legislativas previstas para el otoño 2015.
“El PS es nuevamente el partido más grande de Portugal”, se congratuló Francisco Assis, que encabezaba la lista socialista.
El secretario general del PS, Antonio José Seguro, había llamado a los portugueses a “censurar al gobierno y votar por el cambio para evitar nuevas alzas de impuestos y recortes en los salarios y pensiones”.
Sin embargo, la tasa de abstención, tradicionalmente muy alta para estas elecciones, (estaría entre el 61% y el 66%), contra el 63,22% en 2009. La abstención podría acercarse al récord de 64,46% de 1994.
La alianza comunista-verdes de la CDU obtendría el tercer lugar, según las primeras estimaciones, con entre el 11,4 y el 15% de los votos, lo que le permitiría obtener tres a cuatro escaños en el Parlamento Europeo (contra 10,66% y dos escaños en 2009).