El Programa de Naciones Unidas para el Desarollo (PNUD) centra su proyecto en el casco antiguo de la localidad, que figura en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
En declaraciones a Efe, el responsable de esa iniciativa, Ibrahim Alewi, explicó que 50 de los 400 trabajadores del proyecto participan en tareas de recuperación de piezas artesanas de madera y piedras antiguas sepultadas bajo los escombros.
El resto se dedican a limpiar las calles de la parte antigua de la población.
“El PNUD está proporcionando todo el apoyo financiero requerido y el equipamiento necesario para este trabajo”, indicó Alewi, mientras supervisaba las labores en una zona cerca de la Gran Mezquita de Alepo.
Entretanto, ONG y equipos de voluntarios actúan en los barrios del este de Alepo y en centros de acogida de desplazados para ayudar a los vecinos a restaurar las áreas dañadas para que sus habitantes puedan regresar a sus casas.
En Damasco, el Gobierno del primer ministro, Emad Jamís, aprobó hoy un plan para restablecer los servicios, reactivar el sector industrial y reforzar la seguridad en Alepo, según la agencia de noticias oficial siria, SANA.
El Ejecutivo tiene el objetivo de que los vecinos de la urbe puedan retornar a sus viviendas lo antes posible y para ello debe garantizar el restablecimiento de los servicios básicos, como el suministro de electricidad y agua.
Además, se va a evaluar el estado de los edificios para posteriormente llevar a cabo su rehabilitación.
El Consejo de Ministros también ha aprobado el envío de mayores cantidades de gasolina, gas y fuel a la ciudad.
La iniciativa incluye, además, labores de reparación de cincuenta escuelas del este de Alepo y de cinco centros de salud y hospitales, así como la reapertura de las fábricas de la población.
SANA agregó que las autoridades reforzarán las patrullas de seguridad y que se van a renovar las comisarías.
Alepo ha sido una de las ciudades sirias más castigadas durante estos más de cinco años de conflicto armado.