Más de diez días después de que el huracán arrasara la parte sur de la isla caribeña, la ONU todavía no ha podido comprobar cuántas personas han sido infectadas o incluso han muerto como consecuencia del contagio por cólera.
Fadéla Chaib, portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indicó hoy que en sólo cuatro días se han registrado más de 470 casos sospechosos de cólera en el país, pero ninguno ha podido ser confirmado en laboratorio porque la red ha quedado muy afectada por el paso del huracán.
“El 75 % de los centros de tratamiento del cólera han quedado destruidos o damnificados, el 50 % de los centros sanitarios han quedado afectados”, afirmó Chaib. Según la portavoz, esa cifra es relativamente “normal” dado que antes del desastre se contabilizaban una media de 700 casos sospechosos semanales.
No obstante, más allá de las cifras, la experiencia hace temer una explosión de los casos, sobre todo en las zonas más afectadas, no sólo porque el suministro de agua potable ha quedado interrumpido, sino porque los servicios de saneamiento, si es que existían previamente, han quedado inutilizados.
“Tememos que surjan con fuerza focos nuevos de cólera y que la epidemia aparezca con fuerza”, sostuvo Chaib. “Hay pueblos enteros devastados. Pero no sólo eso: las letrinas han desaparecido, la gran mayoría defeca al aire libre, los ríos se han desbordado, pero también los cementerios y hay muchas tumbas abiertas”, indicó en teleconferencia desde Haití Yvonne Helle, representante del Programa de Desarrollo de la ONU (PNUD) en el país.
Pero, además del cólera, pueden surgir otras enfermedades relacionadas con la contaminación del agua, como la gastroenteritis, que puede ser mortal en el caso de personas especialmente vulnerables, como niños menores de cinco años o ancianos. “Una simple diarrea puede matar fácilmente a un niño si no se trata con efectividad y celeridad”, advirtió Christophe Boulierac, portavoz de Unicef.
Ante esta realidad, la OMS, en estrecha colaboración con el Gobierno de Haití, desarrollará a partir de este fin de semana un trabajo de “mapeo”, en palabras de Chaib, para poder determinar dónde hay más riesgo de que surjan enfermedades y qué población es más vulnerable.
“La idea es ser lo más efectivos posible. Los expertos determinarán las acciones prioritarias y quiénes deben recibir las vacunas, pero también los tratamientos para combatir la enfermedad”, sostuvo Chaib.
Con respecto a las vacunas, la OMS enviará un millón de dosis a la isla en los próximos días. Una vez determinadas las necesidades, se decidirá si se darán a 500.000 personas prioritarias las dos vacunas necesarias para que la inmunización sea totalmente efectiva, o se inoculará una dosis a un millón de personas.
El actual brote de cólera fue introducido en Haití por un contingente de cascos azules nepalíes desplegados en la isla para ayudar tras el terremoto de 2010. Desde entonces, 800.000 personas se han contagiado, de las cuales 96.300 han muerto, según datos de la OMS.