Además, pidió a la comunidad internacional donativos económicos para reanudar esta iniciativa.
Gracias a este programa, recordó el organismo de ayuda humanitaria con sede en Roma en su página web, los sirios refugiados en países como Jordania, Líbano, Turquía, Irak o Egipto se benefician de vales para comprar alimentos en las tiendas locales.
Pero a partir de ahora, sin este apoyo alimentario, “muchas familias pasarán hambre”, advirtió el PMA.
La entidad recalcó que “las consecuencias de la suspensión de esta ayuda serán devastadoras”, especialmente para aquellos refugiados sirios que viven en campamentos y asentamientos informales que no están preparados para soportar el “frío invierno”.
Es el caso de los campos de refugiados de “Líbano o Jordania, donde muchos niños no tienen calzado ni ropa adecuada” y donde “hay zonas embarradas en las que las condiciones de higiene son extremadamente precarias”.
“La suspensión de la ayuda alimentaria del PMA pone en peligro la salud y la seguridad de estos refugiados y puede contribuir potencialmente a causar mayor tensión, inestabilidad e inseguridad en los países de acogida”, afirmó el director ejecutivo del PMA, Ertharin Cousin.
Por ello, este organismo, fundado en 1961, hace ahora un llamamiento a la comunidad internacional para que contribuya económicamente, con donativos, a garantizar la aplicación de este programa.
“El PMA requiere un total de 64 millones de dólares” (51,19 millones de euros, al cambio actual) de inmediato para seguir apoyando a los refugiados sirios que viven en estos países vecinos durante el mes de diciembre.
“Si la nueva financiación llega en diciembre”, el PMA reanudará “de forma inmediata la asistencia a estos refugiados”, indica.
“Estamos muy preocupados por el impacto negativo que estos recortes tendrán sobre los refugiados y los países que los acogen”, afirmó Muhannad Hadi, coordinador regional de Emergencias del PMA para la crisis en Siria.
Desde el inicio del conflicto sirio en 2011, concluyó el PMA, este programa ha cubierto las necesidades alimentarias de millones de personas desplazadas dentro de Siria y de hasta 1,8 millones de refugiados en Líbano, Jordania, Turquía, Irak y Egipto.