El régimen recuperó este año el control de esa zona, que había sido el principal bastión opositor cerca de la capital, tras una dura campaña militar.
Lowcock, en una comparecencia ante el Consejo de Seguridad, dijo hoy que Naciones Unidas está aportando asistencia a la población de Guta Oriental a través de la Media Luna Roja, pero sólo ha tenido autorización para acceder directamente una vez desde el pasado marzo. “Reitero nuestra petición al Gobierno de Siria para que facilite acceso a Guta Oriental, con el fin de que las necesidades puedan ser evaluadas y la asistencia y la protección incrementadas”, señaló.
Según Lowcock, las autoridades sirias han aprobado la entrada a la ciudad de Duma, la principal de la zona, de un convoy con ayuda para 70.000 personas, pero la entrega no se ha hecho porque todavía no se han recibido documentos necesarios. El responsable de la ONU dijo que, pese a que ha ido entrando asistencia a Guta Oriental, sigue habiendo “enormes necesidades”.
Lowcock repasó además la compleja situación humanitaria en otras zonas de Siria, incluido el cantón kurdo de Afrín, objetivo de una operación militar por parte de Turquía, y el campo de refugiados palestinos de Al Yarmuk, en Damasco, recuperado este mes por el Gobierno tras combates con grupos yihadistas. Según aseguró, es clave que las autoridades permitan la entrada de un convoy humanitario a Al Yarmuk, una operación que está siendo negociada con Siria, EE.UU., Rusia y la Media Luna Roja.
El responsable de Naciones Unidas también alertó de la situación en la provincia de Idleb (norte), a la que han llegado más de 80.000 desplazados desde marzo. “La situación en Idleb es alarmante, con ataques aéreos, choques entre grupos armados, superpoblación y servicios básicos insuficientes”, avisó.