“Se requerirán años de vigilancia para comprender los efectos más amplios de esos nuevos marcos reglamentarios con miras a fundamentar futuras decisiones normativas”, asegura la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en su informe anual, divulgado en Viena.
Uruguay se convirtió en diciembre pasado en el primer país del mundo en regular el mercado del cannabis y sus derivados, en una iniciativa considerada un experimento por las autoridades y que pretende hacer frente al narcotráfico.
La decisión del país sudamericano fue criticada por la Junta Internacional de Fiscalización y Estupefacientes (JIFE) de la ONU, también con sede en Viena. Ello provocó una reacción del presidente uruguayo, José Mújica, que acusó a la JIFE de no tener “ni idea de lo que es la sociedad uruguaya, ni lo que son las tradiciones del Uruguay”.
En su informe, la UNODC asegura que el consumo de cannabis parece haberse reducido. Sin embargo, en Estados Unidos “la impresión de que el consumo de cannabis no es tan peligroso ha conducido al aumento de dicho consumo”. Al mismo tiempo, recuerda, “cada año hay un mayor número de consumidores de cannabis que se acogen a tratamiento”.