Estas matanzas, que “se han corroborado en la medida de lo posible”, según el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, serían las últimas atrocidades de una larga serie de barbaries cometidas por la organización radical desde 2014.
“Según la información de que disponemos el pasado miércoles 232 civiles fueron ejecutados a balazos” , señaló su portavoz, Ravina Shamdasani. Entre las víctimas, agregó, “figuran 190 antiguos oficiales de seguridad iraquíes”. El número total de muertos podría sin embargo ser más elevado, advirtió. Estas informaciones llegan al día siguiente de la atribución del prestigioso premio Sájarov del Parlamento Europeo a dos víctimas de la brutalidad del EI.
Nadia Murad y Lamia Aji Bashar, que sobrevivieron a una serie de atrocidades —secuestro, violación, esclavitud— se convirtieron en símbolos de la defensa de la comunidad yazidí, perseguida por los yihadistas.
La ofensiva lanzada el 17 de octubre por las fuerzas iraquíes para arrebatar Mosul al EI, su último gran bastión en Irak, les ha permitido cercar a los yihadistas por el norte, el este y el sur de la ciudad. El número de personas que huyen de la organización extremista va en aumento.
Las organizaciones humanitarias se apresuraban el viernes a instalar campamentos con capacidad para acoger a los civiles.
“Hay un aumento bastante espectacular de los desplazados en los últimos días, y (los civiles) se dirigen a los campamentos instalados recientemente”, declaró a la AFP Karl Schembri, del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) .
Para él, la situación “ya es preocupante” porque las fuerzas iraquíes todavía no han entrado en la ciudad. Cuando éstas penetren en Mosul, “asistiremos a un desplazamiento masivo”, advirtió.
Pero los desplazados de guerra son sólo uno de los múltiples problemas que amenazarán Irak después de los combates.
Otro asunto importante que tendrá que resolverse será la relación entre Bagdad y la región autónoma kurda. Las fuerzas peshmergas kurdas han tenido un papel destacado en la guerra contra el EI, combatiendo a los yihadistas pero al mismo tiempo expandiendo los territorios que controlan más allá de la frontera oficial.
Si Kurdistán reitera sus aspiraciones a la independencia, un tema que el primer ministro de esta región dijo que quería volver a abordar después de la toma de Mosul, la situación se complicará.
“Cuando Mosul sea liberada, nos reuniremos con nuestros socios en Bagdad para debatir sobre nuestra independencia”, afirmó Neshirvban Barzani al diario alemán Bild. “Nosotros no somos árabes, somos nuestra propia nación kurda. (...) En algún momento, habrá un referéndum sobre la independencia del Kurdistán y dejaremos que la gente decida”, añadió.
Pero la ofensiva contra Mosul está lejos de terminar.
Apoyadas por la aviación de la coalición internacional liderada por Washington, las fuerzas iraquíes federales y kurdas siguen avanzando y ya se apoderaron de varias localidades alrededor de Mosul.
En una entrevista concedida a la AFP, el general estadounidense Joseph Votel, que dirige el Mando Central de Estados Unidos (Centcom), estimó el jueves que las tropas iraquíes “habían probablemente matado entre 800 y 900 combatientes del EI” hasta ahora.
Según estimaciones norteamericanas recientes, se atrincheran en Mosul entre 3.000 y 5.000 yihadistas, así como otros 2.000 extremistas dispersados en los alrededores de la ciudad.