El informe enumera “asesinatos, torturas, palizas, secuestros, actos intimidatorios selectivos y algunos casos de acoso sexual, en su mayoría cometidos por grupos antigubernamentales bien organizados y armados en el este del país”.
También denuncia “hostigamiento” y “persecuciones” contra los tártaros de Crimea.
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Navi Pillay, pide a las personas con influencia sobre los grupos armados en el este de Ucrania que “hagan cuanto puedan para frenar a estos hombres que parecen determinados a desmembrar el país”.
En informe, que cubre el periodo entre el 2 de abril al 6 de mayo, denuncia asimismo el “hostigamiento” y las “persecuciones” contra los tártaros de Crimea, una minoría musulmana de la península ucraniana incorporada en marzo a Rusia.
Los tártaros se enfrentan a numerosos problemas como “la libertad de movimiento, casos de hostigamiento físico, restricciones impuestas a los medios de comunicación, miedo a persecución religiosa para los musulmanes practicantes y la amenaza del fiscal de Crimea (...) de poner fin al parlamento de los tártaros de Crimea”, recalca el texto.
“Más de 7.200 personas originarias de Crimea - en su mayoría tártaros - se han convertido en desplazados internos en otras partes de Ucrania”, destaca el informe.