“Combatientes extranjeros han ingresado a Siria, incorporándose frecuentemente a los batallones más extremistas(...) Los grupos armados se organizan en coaliciones, mientras que las tensiones por el control político, de los recursos e ideológico persisten”, afirma el equipo de juristas.
En la etapa más reciente de la guerra civil, que empezó hace tres años con revueltas civiles prodemocráticas, los grupos radicales han aumentado el número de ejecuciones masivas de detenidos, torturas y la utilización de niños en las hostilidades, agrega el informe que presentaron hoy al Consejo de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas.