Según la organización, más de 3.000 personas llegaron ayer al campamento del Al Hol, en la provincia nororiental siria de Al Hasaka, donde se alojan ya más de 65.000 personas, en su mayoría mujeres y niños.
El portavoz Stéphane Dujarric señaló que los servicios humanitarios de Naciones Unidas están gravemente preocupados por la salud de los residentes, con casi cien personas fallecidas desde principios de diciembre cuando iban de camino o poco después de su llegada a Al Hol.
Dos tercios de los muertos eran niños de menos de cinco años que en su mayoría perecieron por hipotermia, neumonía, deshidratación o malnutrición, explicó.
Según informaciones citadas por Dujarric, este jueves otros tres niños menores de un año habrían fallecido en ruta hacia el campamento.
“La ONU y las agencias de ayuda están aumentando sus esfuerzos en el campamento, ofreciendo asistencia sanitaria y protección las 24 horas”, señaló el portavoz, que dijo que son necesarios fondos para seguir mejorando la respuesta.
En las últimas semanas, desde que comenzó la fase final de la ofensiva contra el EI, miles de personas han salido de la zona de Al Baguz, una localidad a orillas del río Eúfrates fronteriza con Irak que constituye el último bastión del grupo yihadista en Siria.
Las milicias kurdas que combaten al EI envían a las mujeres y niños a Al Hol, mientras que los hombres son separados y sometidos a interrogatorios, antes de ser enviados a centros de detención.
Las autoridades del Kurdistán sirio informaron hoy de que mantienen detenidos a centenares de yihadistas “de los cinco continentes” y que hasta ahora solo unos pocos países han reclamado a sus ciudadanos, ya sean civiles o combatientes.