La organización de defensa de los derechos humanos afirmó que el ataque más sangriento tuvo lugar el 19 de julio en Dar Saad, un barrio del norte de Adén, y causó decenas de muertos, incluidos niños.
“Las fuerzas de los hutíes provocaron una lluvia de obuses y de cohetes sobre las zonas pobladas de Adén sin consideración por los civiles que residen en ellas”, afirmó en el comunicado Ole Solvang, del departamento de situaciones de urgencia de HRW.
La ONG asegura haber visitado cuatro de esas zonas y encontrado restos de obuses y de cohetes.
“Los dirigentes de los hutíes deberían darse cuenta de que pueden acabar en un juicio por crimen de guerra por haber ordenado o sencillamente supervisado ataques a ciegas contra barrios civiles”, recalcó Solvang.
El martes, la misma ONG estimó que el ataque aéreo de la coalición árabe dirigida por Arabia Saudita que el viernes mató a 65 civiles en Mokha, en el sudoeste de Yemen, se asemejaba a un “crimen de guerra”.
Los rebeldes chiitas se apoderaron desde julio de 2014 de zonas extensas de territorio yemení, incluida la capital, Saná. Luego avanzaron hacia Adén y tomaron la ciudad, obligando al presidente Abd Rabo Mansur Hadi a huir a Arabia Saudita en marzo.
Las fuerzas progubernamentales ayudadas por una coalición árabe que bombardea los rebeldes desde marzo expulsaron a los hutíes de casi todo Adén la semana pasada.