En una Asamblea General extraordinaria, los estados miembros de la OEA votaron de forma unánime a favor de la propuesta de presupuesto formulado el día anterior por el Consejo Permanente, entre referencias a la crisis financiera y llamados a la reflexión sobre las prioridades del organismo.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, advirtió de que los recortes continuarán en los próximos ejercicios, y que es necesario “ver si hay cosas que podemos derivar a otros organismos”.
“Cuesta mucho encontrar algo en la organización que sea banal, la gran pregunta que debemos hacernos es si eso que es bueno, que es necesario, está de acuerdo con misiones de la OEA o corresponde más a otros organismos; y segundo, si con eso que hacemos, cambiamos algo”, indicó Insulza al término de la asamblea.
El presupuesto otorga 5,2 millones de dólares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), frente a los 4,7 millones que recibió en 2012; mientras que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) vio ampliados sus fondos de 2,1 a 2,6 millones.
Esa decisión contó con la oposición de Venezuela y Nicaragua, que en una nota a pie de página consideraron “inaceptable que estos aumentos sean desviados para financiar políticas y prácticas intolerables” en esos órganos; y de Bolivia, que pidió que todo aumento de fondos se vincule al proceso de reforma de la CIDH.
“No podemos estar de acuerdo con aumentar el presupuesto para ciertas partes del sistema de derechos humanos cuando tenemos pendiente corregir el funcionamiento del sistema”, dijo el representante permanente de Nicaragua, Denis Moncada.
En cambio, Ecuador consideró “adecuado” el aumento, igual que México, Perú, Canadá y EE.UU., cuya representante, Carmen Lomellín, aseguró que “la comisión es reconocida en todo el mundo”.
El representante de Panamá, Guillermo Cochez, consideró “muy grave” la acusación a la CIDH planteada por Venezuela y Nicaragua y alzó su “voz de protesta frente a esta acusación (de desvío de fondos), que debe probarse”.
La CIDH lleva años reclamando un incremento de presupuesto a la OEA, ya que la mayoría de sus fondos provienen de donaciones externas, y calcula que, para llevar a cabo su labor correctamente, debería contar en 2013 con 20,1 millones de dólares entre aportaciones de Estados y del fondo regular de su organización matriz, según indicaron fuentes de la comisión a Efe.
Otra controversia fue la de los 1,1 millones de dólares asignados a la Junta Interamericana de Defensa (JID), para la que algunos Estados habían pedido recortes sustanciales y que finalmente se quedó en 100.000 dólares menos que los que obtuvo en 2012.
“No podemos apoyar ese presupuesto cuando sabemos el papel que jugó la JID y el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca) apoyando dictaduras militares y violaciones a los derechos humanos en muchos de nuestros países”, indicó Moncada.
A esa protesta se sumaron Venezuela y Bolivia, mientras que otros países, como Brasil, consideraron “prematuro” pedir grandes recortes mientras no concluya el actual debate sobre la función de la JID.
Por su parte, el representante de México, Joel Hernández, propuso que el presupuesto se elabore en el futuro cada dos años, y no anualmente, para tener “una visión integral” del mismo.
La propuesta fue bienvenida por Nicaragua, Panamá y por el propio Insulza, que recordó que hasta 1995 el presupuesto era bienal y que “el programa puede ser más claro” si lo hacen cada dos años.
La reducción de fondos para 2013 coloca al organismo “en una situación de fragilidad ante cualquier eventualidad”, según Hernández, mientras que para el embajador chileno, Darío Paya, es a la vez “insuficiente” y “absolutamente extraordinario” dados los recortes en las contribuciones de los Estados a la OEA.