El mandatario reconoció que “hay muchas cosas que todavía hace falta solucionar a corto plazo”, puesto que aún quedan miles de habitantes que necesitan ayuda de emergencia, vivienda, alimentos o recuperar la electricidad y la calefacción en sus hogares.
Además, Obama recalcó que hará falta un esfuerzo de reconstrucción “a largo plazo”, por lo que dijo que preparará con el estado de Nueva York y el vecino de Nueva Jersey un plan conjunto que sea “ fuerte y eficaz”.
En este sentido, anunció que el secretario de Vivienda de EE.UU., el neoyorquino Shaun Donovan, coordinará el proceso de reconstrucción con las autoridades locales y estatales para agilizar el proceso y evitar problemas entre diferentes niveles administrativos.
Obama, quien pudo comprobar el gran nivel de destrucción de “ Sandy ” 17 días después de que el huracán arrasara la zona, elogió a los neoyorquinos por su entereza.
“Estoy muy orgulloso de ustedes, Nueva York. Son duros”, afirmó el presidente, quien agradeció en nombre de todo el país el heroísmo “más allá del deber” de los servicios de emergencia, y el esfuerzo de los voluntarios y las organizaciones como la Cruz Roja.
Anteriormente, el gobernante había sobrevolado en helicóptero las zonas de la ciudad más devastadas por la inundación que causó “Sandy”, y que fueron las áreas bajas de los barrios de Staten Island, Brooklyn y Queens.
Casas de madera e infraestructuras arrasadas por las aguas, un centenar de viviendas destruidas por el fuego en Breezy Point (Queens) y un Staten Island todavía parcialmente inundado es parte de lo que pudo ver Obama desde el aire.
“Sandy” causó 121 muertos en todo Estados Unidos, de ellos 43 en la ciudad de Nueva York, de donde 23 ocurrieron en Staten Island, que fue sin duda el lugar más afectado en la Gran Manzana.
En este último barrio, Obama visitó la comunidad de New Dorp, donde estuvo en varias carpas montadas por agencias federales, organizaciones no gubernamentales e incluso un punto donde voluntarios distribuyen ayuda donada por los ciudadanos.
En un Centro de Recuperación de Desastres de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) se distribuyen comidas calientes, alimentos no perecederos y ropa, y los afectados pueden ducharse.
Allí también se reunió Obama con algunos afectados. Una mujer explicó a la prensa que había recalcado al presidente: “Necesitamos ayuda”. Un joven latino que acababa de saludarlo declaró que había “ perdido todo”, incluido su empleo, pero que había dado las gracias al mandatario por su presencia y sus palabras de ánimo.
Obama abrazó a algunos residentes, estrechó manos y ofreció consuelo a los más desolados. Se reunió en privado con una pareja que perdió a sus hijos, de dos y cuatro años, arrancados de los brazos de su madre por la fuerza de las aguas.
“Tenemos trabajo que hacer, y quiero que sepan que estoy aquí para hacerlo”, resaltó a un grupo.
El gobernante pidió que las compañías aseguradoras muestren “ corazón y espíritu ” a la hora de ayudar a que los residentes reconstruyan sus viviendas y sus vidas, y prometió volver para asegurarse de que se cumplen los compromisos.
Esta visita se produjo mientras, dos semanas y media después del huracán, decenas de miles de habitantes de la Gran Manzana siguen sin electricidad o calefacción, o ambas.
Casi 16.000 personas que residen en edificios públicos de baja renta están aún sin calefacción ni agua caliente.
Además, miles más de personas no pueden volver a sus hogares que fueron destruidos o sufrieron daños importantes, y la FEMA está coordinando las reparaciones de emergencia.
Las zonas más afectadas son en general comunidades de economía modesta, en las que ha habido quejas por la rapidez en que se recuperaron la electricidad y los servicios en el sur de Manhattan, donde está el distrito financiero de la ciudad.
Obama ya había visitado las zonas costeras del estado vecino de Nueva Jersey el pasado 31 de octubre, dos días después del huracán, pero entonces no se desplazó a esta ciudad a petición expresa del alcalde Michael Bloomberg.