“El crecimiento debe ser un factor” para enfrentar la crisis en Europa, indicó en su rueda de prensa diaria el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
A juicio del Gobierno de Obama, hay que adoptar “un enfoque balanceado” entre austeridad y crecimiento, precisó el portavoz.
Según Carney, esa será la “recomendación” que hará Obama a sus invitados del G8 en la cumbre que el grupo celebrará este viernes y sábado en la residencia presidencial de Camp David (Maryland), a las afueras de Washington.
Obama mantendrá en el G8 –formado por EE.UU., Canadá, Italia, Francia, Alemania, Japón, Rusia y el Reino Unido–, “la misma posición” que expuso el año pasado durante la cumbre del G20 en Cannes (Francia), detalló Carney.
El secretario del Tesoro de EE.UU., Timothy Geithner, celebró ayer en una conferencia en Washington la “apertura del debate” sobre crecimiento en Europa para solucionar la crisis financiera y económica.
Y es que EE.UU. lleva presionando a la Unión Europea (UE) desde el inicio de la crisis de la deuda para que estimule la economía en lugar de estrangularla con ajustes.
El propio Obama afirmó la semana pasada que la situación económica en Europa todavía es “difícil” en parte porque el viejo continente no tomó algunos de los “decisivos” pasos que adoptó EE.UU. para hacer frente a la crisis.
“Todavía tenemos vientos en contra. Europa está todavía en una situación difícil, en parte porque no tomó algunos de los pasos decisivos que nosotros tomamos al comienzo de la recesión”, comentó Obama durante un acto de recaudación de fondos para su campaña por la reelección en una residencia privada en Seattle.
Por otro lado, Carney no quiso comentar hoy algunas informaciones de prensa que señalan que EE.UU. buscará en la cumbre del G8 apoyo para recurrir a sus reservas estratégicas de petróleo como medida para contener el encarecimiento del crudo.
La Casa Blanca lleva varias semanas insistiendo en que no ha tomado ninguna decisión al respecto y ha reiterado que tiene varias opciones sobre la mesa.