Según informaron fuentes de la Guardia Costera italiana, este martes consiguieron recuperar 19 cuerpos, entre ellos los de un niño, del fondo del mar, donde yacen los restos del barco a media milla de Lampedusa y a unos cincuenta metros de profundidad.
La de hoy es la tercera jornada consecutiva en la que los agentes italianos pueden sumergirse en el mar para realizar las labores de búsqueda entre los restos del barco, después de que las tareas fueran suspendidas el viernes y el sábado por malas condiciones meteorológicas y marinas.
Las tareas de rescate se hacen cada vez más complicadas y requerirán de plazos más largos para poder completarse, pues ya han sido recuperados los cuerpos de los inmigrantes que se encontraban en las zonas accesibles del barco y ahora quedan por extraer los cadáveres de la bodega, amontonados uno sobre otro.
Los testimonios de los 155 supervivientes indican que en el barco, que partió del norte de África en dirección a las costas europeas y que naufragó tras declararse un incendio y volcar, viajaban 518 personas, por lo que en el agua puede haber aún más de cien cadáveres.
El testimonio de quienes consiguieron salvarse ha sido clave para detener a un tunecino de 35 años, Kaled Ben Salam, uno de los supervivientes, como supuesto responsable de la fatídica travesía y posible autor del incendio, declarado tras quemar una manta para intentar advertir a otros barcos y las autoridades italianas de las dificultades por las que atravesaba la barcaza.
Mañana se espera que el presidente de la Comisión Europea (CE) , José Manuel Durao Barroso, y el primer y viceprimer ministro de Italia, Enrico Letta y Angelino Alfano, respectivamente, visiten Lampedusa, considerada por muchos como la puerta de entrada a Europa de la inmigración ilegal por mar.