Nuevos enfrentamientos en Túnez tras inmolación de periodista

TÚNEZ. Nuevos enfrentamientos estallaron anoche en tres ciudades de Túnez tras la inmolación de un periodista para protestar contra las desigualdades de un país en plena dificultad económica pese a los logros democráticos de la revolución de 2011.

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El lunes, algunos días antes de la celebración del octavo aniversario del levantamiento que puso fin a la dictadura de Zine El Abidine Ben Ali, el periodista Aberrazak Zorgui, de una cadena privada local, se inmoló en Kaserine (oeste), ciudad situada en una de las regiones más pobres del país.

“Para los hijos de Kaserine, que no tienen medios de subsistencia, hoy voy a iniciar una revolución, voy a inmolarme con fuego”, declaró el periodista en un video de 20 minutos antes de su muerte.

En un comunicado difundido este miércoles, el ministerio de Interior afirmó haber detenido a una persona por su supuesta participación en la inmolación del periodista, de 32 años.

Desde su muerte, se han producido enfrentamientos nocturnos diarios entre los manifestantes, en su mayoría jóvenes, y las fuerzas policiales.

Kaserine es una de las primeras ciudades donde estallaron a finales de 2010 manifestaciones contra la negligencia de las autoridades y la pobreza endémica. Las protestas se transformaron en revolución contra la dictadura.

Pese a la llegada de la democracia, movimientos de protesta han sacudido regularmente a Kaserin, cuyos habitantes todavía se sienten abandonados por el gobierno central.

Pero la ira de la juventud no se limita a Kaserin.

Violentos enfrentamientos estallaron también en Jebiniana, la segunda ciudad del país al norte de Sfax. Un policía resultó herido.

Al menos cinco personas fueron detenidas también en Teburba, a 30 km de Túnez, según declaró a la AFP el portavoz de seguridad nacional, Walid Hkima.

La inmolación de un periodista “es un signo de rechazo de una situación catastrófica y de un desequilibrio regional, de una alta tasa de paro entre los jóvenes y de la miseria en la cual viven nuestros ciudadanos en las regiones del interior”, escribió el miércoles el periódico Le Quotidien.

“Nadie puede negar hoy que todos los dirigentes de este país son responsables. Responsables del desconcierto de nuestra juventud y de su frustración”, agregó el diario francófono.

Según Mesud Romdhani, presidente del foro tunecino de derechos económicos y sociales (FTDES), “hay una ruptura entre la clase política y los jóvenes sobre todo los que viven en la precariedad en el interior del país y que ven un futuro borroso”.

Los habitantes de las regiones desfavorecidas sienten que son víctimas de “hogra” (desdén, en árabe) que persiste desde la era del primer presidente de Túnez Habib Bourguiba (1956-1987), pasando por el régimen de Ben Ali y después por los múltiples gobiernos que se han sucedido tras la revolución, explica.

Romdhani prevé que los movimientos de protesta se extiendan a otras regiones por la “ausencia de una voluntad política real para abordar los verdaderos problemas de los tunecinos”.

Túnez tiene una tasa de desempleo cercana al 15% que, junto con la inflación, alimentó revueltas el pasado enero.

Pero la clase política tiene “los ojos puestos en las elecciones parlamentarias y presidenciales de 2019 y nada más”, deplora Romdhani.

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