Nuevo atentado letal del EI contra el ejército en Yemen

ADÉN. El grupo yihadista Estado Islámico (EI) asestó este lunes un nuevo golpe a las fuerzas gubernamentales de Yemen, con un doble atentado que dejó al menos 41 militares muertos en Adén.

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Los ataques en Adén, sede temporal del gobierno después de que los rebeldes echaran a las autoridades de la capital Saná, es la respuesta a una importante operación militar contra los yihadistas en varias zonas del sur y del sureste de Yemen.

Este ataque contra reclutas de las Fuerzas Armadas y contra una base militar es el segundo en menos de diez días contra las fuerzas del gobierno del presidente Abd Rabbo Mansur Hadi, en guerra contra los rebeldes.

Los dos atentados tuvieron lugar en el barrio de Jor Maksar, no lejos del aeropuerto internacional de Adén, cuyos accesos fueron cerrados por las fuerzas de seguridad, indicó a la AFP el general Nasser al Sare, jefe de las fuerzas especiales de seguridad de Yemen.

Con el respaldo de la coalición liderada por Arabia Saudita, las fuerzas leales al presidente Mansur Hadi luchan contra los extremistas sunitas y los rebeldes chiitas, respaldados éstos por Irán.

En el primer ataque, un terrorista suicida accionó su cinturón explosivo en medio de un grupo de jóvenes reclutas que hacían cola para alistarse en un centro de reclutamiento cerca de la base de Badr en Jor Maksar, matando al menos a 34 personas, dijo el general Nasser al Sare.

Una posterior explosión dentro de la base mató a siete soldados, añadió.

Fuentes médicas confirmaron a la AFP el número de víctimas mortales y añadieron que 38 personas resultaron heridas en los dos atentados.

En un comunicado publicado en internet, el EI dijo que uno de sus combatientes detonó un cinturón explosivo entre los “soldados apóstatas” frente a un centro de reclutamiento, seguido por el bombardeo en una entrada de la base de Badr.

El grupo yihadista, que tomó el control de gran parte de Siria e Irak, también reivindicó este lunes su responsabilidad en una ola de atentados en ciudades de la costa de Siria que mataron a más de 120 personas.

Un residente local de Adén describió la escena de las explosiones de Badr como “horrible”, añadiendo que partes de cuerpos humanos saltaron por los aires a decenas de metros de distancia.

“Los jóvenes vinieron a terminar su proceso de reclutamiento y a recibir su primera paga”, dijo, hablando de los jóvenes reunidos delante del centro.

Adén fue el escenario de una ola de atentados en los últimos meses reivindicados por Al Qaida o por sus rivales yihadistas del EI, después de que las fuerzas del gobiernos expulsaran de la ciudad a los rebeldes chiitas hutíes en julio, con ayuda de la coalición liderada por Arabia Saudita.

Al Qaida, con fuerte presencia en el país de la Península Arábiga, y el EI aprovecharon el vacío de poder creado por el conflicto, que enfrenta desde 2015 a las fuerzas leales al gobierno y a los rebeldes chiitas hutíes, para expandir sus zonas de control en el sur y el sureste.

Durante los últimos dos meses, el gobierno y las fuerzas de la coalición respondieron con operaciones militares expulsando a los militantes de Al Qaida fuera de Mukalla, capital de la provincia de Hadramaut, ciudad que controlaron durante un año.

Las conversaciones de paz, bajo los auspicios de Naciones Unidas, que comenzaron el 21 de abril en Kuwait entre el gobierno y los rebeldes, se reanudaron este lunes, después de una interrupción de una semana.

El gobierno pidió un compromiso por escrito por parte de los rebeldes y sus aliados reconociendo la resolución de abril de 2015 del Consejo de Seguridad de la ONU que pide su retirada de la capital y otros territorios, así como la legitimidad de Mansur Hadi.

El ministro de Relaciones Exteriores yemení, Abdel Malak al Mekhlafi, dijo el domingo en Twitter que el gobierno acordó dar a las conversaciones de paz una “última oportunidad”.

Desde la intervención de la coalición en marzo de 2015, los enfrentamientos en Yemen dejaron más de 6.400 muertos, cerca de 2,8 millones de desplazados y al 82% de la población en extrema necesidad, según la ONU.

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