“Una misión de abastecimiento de las fuerzas armadas nacionales cayó en una emboscada entre Dogofri y Nampala. El balance provisional es de nueve muertos y cinco heridos”, afirmó el ministro de Comercio y portavoz gubernamental, Abdel Karim Konaté, en un comunicado difundido la noche del martes. Un balance anterior mencionaba cuatro muertos.
El vocero condenó “un acto cobarde y bárbaro” y reafirmó el compromiso “de continuar sin descanso con la lucha implacable contra el terrorismo y el narcotráfico”, en Malí.
Nampala, una ciudad que alberga una guarnición del ejército malí, cerca de la frontera con Mauritania, ya sufrió varios ataques yihadistas, algunos de los cuales fueron reivindicados por el grupo Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI).
El 19 de julio de 2016, un atentado contra la base militar de esta ciudad causó 17 muertos, 37 heridos y seis desaparecidos entre los soldados.
El norte de Malí cayó entre marzo y abril de 2012 en manos de grupos yihadistas vinculados a Al Qaida, que supieron aprovechar una rebelión tuareg en la zona para ganar terreno.
Una intervención militar internacional, lanzada en enero de 2013 a iniciativa de Francia, expulsó a gran parte de los yihadistas del norte del país africano, pero todavía quedan zonas extensas que escapan al control de las fuerzas malienses, francesas y de la ONU.
Los ataques de los extremistas, que se concentraron durante mucho tiempo en el norte de Malí, se han ido extendiendo hacia el centro y sur del país desde 2015.