Cargando...
Tres personas, dos de ellas policías, murieron y otras ocho sufrieron heridas por la explosión de un coche bomba contra una patrulla de la policía iraquí en la zona de Al Tarmia, 30 kilómetros al norte de Bagdad.
En un ataque contra un puesto de control, tres miembros de los llamados Consejos de Salvación (milicias progubernamentales) perdieron la vida y otros tres fueron heridos en el pueblo de Al Asuad, 10 kilómetros al norte de Baquba, capital de la provincia de Diyala, ubicada al noreste de Bagdad.
Además, dos soldados iraquíes resultaron heridos por la explosión de un artefacto junto a una patrulla del Ejército en la zona de Taba, 112 kilómetros al norte de Baquba; mientras que otras dos personas resultaron heridas por otro artefacto en la zona de Yelaula, también al norte de Baquba.
Las fuentes agregaron que la policía iraquí mató a tres supuestos hombres armados que habían atacado un puesto de control policial en la zona de Tal Apta, 40 kilómetros al oeste de Mosul, capital de la provincia de Nínive, al norte de Bagdad.
Una fuente del hospital de Al Zadi en la ciudad de Kirkuk, 250 kilómetros al norte de la capital iraquí, señaló a Efe que fueron entregados hoy a los familiares los cadáveres de cuarenta de las víctimas de ayer en esa provincia.
Una fuerza conjunta del Ejército y la Policía, apoyada por helicópteros, irrumpió la víspera en una plaza de la zona de Al Hueiya, en Kirkuk, causando la muerte a 26 personas y heridas a 155.
Fuentes policiales explicaron a Efe que las víctimas fallecieron por los disparos efectuados por los uniformados para disolver la protesta de los manifestantes suníes, que se quejan de la discriminación que dicen sufrir por parte del Gobierno del chií Nuri al Maliki.
Otro de los objetivos de la operación era buscar a los responsables de la muerte, hace unos días, de un soldado iraquí en un puesto de control cercano, un suceso en el que los manifestantes negaron tener ninguna relación.
Tras el ataque contra los manifestantes, turbas de jóvenes iracundos trataron de atacar dos puestos militares de la provincia de Kirkuk, lo que degeneró en enfrentamientos en los que fallecieron al menos trece personas.
También las provincias de Salahedín y Al Anbar se vieron ayer afectadas por la violencia, con enfrentamientos entre el ejército y hombres armados relacionados con los sucesos de Al Hueiya.
Este repunte de la violencia ha agravado la inestabilidad política, con la dimisión de los ministros de Educación, Mohamed Tamim, y de Ciencias y Tecnología, Abdel Karim Samerrai, pertenecientes ambos a la alianza opositora Al Iraqiya.