Estas discusiones, bajo la égida de la UE, fueron dirigidas por su directora política, Helga Schmid, y contaron con la participación de sus homólogos de Estados Unidos, Gran Bretaña, China, Rusia, Francia y Alemania, junto al viceministro de Relaciones Exteriores iraní, Abas Araghchi.
No se brindó ninguna indicación sobre el contenido de estas discusiones, puesto que en aras de la eficacia optaron por la discreción. Esta reunión dominical en Ginebra estuvo precedida por conversaciones mantenidas desde el miércoles por estadounidenses e iraníes.
El miércoles, el secretario de Estado norteamericano John Kerry se encontró en Ginebra con el ministro Mohamad Javad Zarif.
Zarif luego se entrevistó el viernes en París con el jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, y volvió a verse con Kerry. También se desplazó a Berlín para verse con el responsable de la diplomacia alemana, Frank-Walter Steinmeier.
Tras un acuerdo interino sellado en noviembre de 2013, los plazos fijados para uno definitivo sobre el programa nuclear iraní, con garantías de que no tenga por objetivo la fabricación de armas atómicas, ya han sido superados en dos ocasiones. La nueva fecha límite para alcanzar este acuerdo se fijó para el 1 de julio.
Irán busca sobre todo, en contrapartida, obtener un acuerdo para que sean levantadas las sanciones que golpean duramente a su economía.
Teherán asegura estar interesada solamente en la energía nuclear para uso civil.
Un acuerdo sobre el nuclear iraní no puede alcanzarse si los países occidentales no cesan de “hacer presión” sobre Teherán, había advertido el sábado Zarif.
“Las políticas de presión y la negociación no pueden ir juntas. Si los países occidentales quieren negociar con la República Islámica de Irán, deben tomar una decisión política, que puede ser difícil para algunos, y renunciar a querer hacer presión” sobre Irán en las discusiones, había declarado Zarif a la televisión estatal iraní.
Tras verse con el ministro Steinmeier, subrayó que las negociaciones habían entrado en una “fase decisiva”, y exhortó a todas las partes a “no dejar nada de lado para alcanzar una solución que se nos ha escapado en esto últimos años”.
Fabius, por su parte, le dijo a Zarif en París que quedan puntos “importantes” por resolver, según su ministerio.
Los senadores estadounidenses partidarios de la imposición de nuevas sanciones a Irán para incitar a Teherán a firmar un acuerdo, han eleborado por su parte una propuesta de ley menos radical que la inicialmente prevista, con la esperanza de que sea aprobada por mayoría en el Congreso.
El jueves tendrá lugar una audiencia de la Comisión bancaria del Senado sobre la propuesta de ley que establece un calendario escalonado sobre seis meses de nuevas sanciones a partir del 1 de julio.