En Arica, más del 90% del suministro eléctrico se había repuesto, mientras que en la región de Tarapacá, especialmente en el pueblo de Alto Hospicio, la electricidad había vuelto a menos de la mitad de las casas, explicó el ministro de Energía, Máximo Pacheco.
El agua, en tanto, estaba disponible en un 80% de la ciudad de Iquique y Alto Hospicio, las más afectadas, según la compañía Aguas del Altiplano.
Los daños provocados por el terremoto todavía no han sido cuantificados pero se han contabilizado unas 2.500 viviendas afectadas.
Según el general Miguel Alfonso, jefe de la zona de catástrofe, la región cuenta con un abastecimiento normal, que permite asegurar distribución de alimentos y combustible para los próximos 20 días.
Por el temor y la incertidumbre, “la población ha acudido a un sobreconsumo de elementos básicos, sin alterar el órden público y provocándose un alza de precios” , dijo Alfonso a radio Cooperativa.
El gobierno advirtió de sanciones contra quienes especularan con los precios de productos básicos, y la Fiscalía de Tarapacá informó que hasta el momento no se han registrado detenciones por este delito.
El terremoto de 8,2 grados en la escala de Richter que sacudió el martes el norte de Chile fue seguido por fuertes réplicas, una de ellas de 7,6 grados, que obligaron a evacuar la costa dos noches seguidas.
Todavía este viernes varias familias pasaron la noche fuera de su casa en zonas de seguridad por temor a réplicas.
Las autoridades explicaron que los pequeños pueblos del interior de estas regiones desérticas del altiplano eran los más afectados por la precariedad de sus construcciones, y la prioridad para ellos era el restablecimiento de los canales de regadío para que no pierdan sus cultivos.
La presidenta Michelle Bachelet, quien regresó la tarde del jueves a Santiago tras visitar durante dos días las zonas más afectadas, se reunió este viernes con su gabinete de ministros para analizar la situación de emergencia y coordinar los pasos a seguir.
La mandataria, quien tres semanas después de iniciar su segunda presidencia tuvo que enfrentar un fuerte terremoto que dejó seis muertos, asumió que deberá ajustar su ambicioso plan de medidas para los primeros meses de gobierno.
“Puede ser que en algunas áreas tome un poquito más de tiempo, porque haya que dedicar más esfuerzo a estas tareas (de reconstrucción y rehabilitación)”, dijo la presidenta.
Bachelet se había comprometido a concretar 50 medidas en los primeros 100 días de su gobierno, entre las que se encuentran el envío al Congreso de dos de sus esperadas reformas estructurales, la tributaria -ya presentada-, y la educacional.
El terremoto y la alerta de tsunami de este martes pusieron a prueba el gobierno recién instalado de Bachelet.
Su reacción y firmeza contrastaron con la lentitud e indecisión que mostró en 2010, al final de su primer gobierno, cuando Chile sufrió un terremoto de 8,8 grados en las escala de Richter, seguido de un tsunami que dejaron más de 500 muertes y 30.000 millones de dólares en pérdidas.