La revisión de la normativa, que llega en un momento de inusual tensión entre ambas Coreas, habilitará al Gobierno para contratar desertores norcoreanos que tengan experiencia en puestos similares o un título académico para trabajar como funcionario calificado.
Actualmente, 24.934 desertores del Norte residen en Corea del Sur, donde se les reconoce como refugiados, reciben asilo político y ayudas económicas y formativas tras huir del hermético régimen comunista.
“ La revisión allana el camino para que más desertores de Corea del Norte puedan incorporarse a la función pública ” , una medida que se espera les sirva además de sustento económico “ y para mejorar su adaptación a la sociedad ” , detalló el Gobierno surcoreano.
Aquellos que se presenten a los puestos cualificados de la administración deberán superar el mismo proceso de entrevistas y exámenes escritos por el que pasan los aspirantes surcoreanos.
A pesar de que hasta ahora el Ministerio de Unificación surcoreano había puesto en funcionamiento programas especiales para contratar en puestos públicos sin cualificación a desertores del régimen, actualmente sólo 14 norcoreanos trabajan en agencias del Estado.
El acceso de los desertores a puestos de la administración pública del Sur ha estado muy vigilado después de que el pasado febrero un norcoreano de 33 años que trabajaba en el Gobierno Metropolitano de Seúl fuera acusado de espionaje y de pasar información confidencial de cerca de 200 desertores a Pyongyang.
“ Para prevenir posibles intentos dirigidos a quebrantar la seguridad, el Ministerio de Unificación tomará medidas adicionales para verificar el pasado y la cualificación ” de los aspirantes, detalló el Gobierno.
El año pasado un total de 1.508 norcoreanos huyeron a Corea del Sur, algo más de la mitad de los 2.706 que lo hicieron en 2011, debido principalmente al refuerzo de la seguridad en la militarizada frontera que les separa con el Norte.