Se registraron “niveles elevados de radiactividad” en uno de los monitores de radiación de la planta, situada en el extremo norte de Sellafield, indicó Sellafield Ltd en un comunicado.
Por “medida de prudencia y de precaución”, la planta, empleada para el almacenamiento de desechos de hidrocarburos, “opera con normalidad, pero con menos personal hoy”, precisó el texto, que indicó que solo debía acudir a su puesto de trabajo el personal esencial.
“Los niveles de radiactividad detectados están por encima de lo normal, pero muy por debajo de un nivel que exigiría una acción del personal en la planta o fuera de ella”, según la misma fuente. “El personal continúa trabajando y las fábricas (de Sellafield siguen) funcionando, mientras que prosigue la investigación”.
El Departamento de Energía y Cambio Climático del gobierno afirmó en un breve comunicado que no había peligro: “Estamos en contacto constante con Sellafield. No hay riesgos para el público ni los trabajadores y el lugar sigue abierto”.
Sellafield fue la primera central nuclear del mundo que proporcionó electricidad al público, pero dejó de producirla en 2003. Desde entonces, el sitio se emplea para el almacenamiento de los desechos nucleares y la recuperación del combustible usado.
En marzo de 2013 tuvo que ser cerrada momentáneamente “por precaución” por las inclemencias del tiempo.
Un empleado del lugar que pidió no ser identificado dijo que el personal no había recibido información precisa de lo qué había ocurrido y que fue un detector en una valla circundante el que había señalado el problema.