Murió fiscal argentino que juzgó a jefes de la última dictadura

BUENOS AIRES. Julio César Strassera, el fiscal que condenó a cadena perpetua a varios jefes de la última dictadura militar en Argentina falleció este viernes.

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Julio César Strassera, el fiscal del histórico juicio de 1985 a los comandantes de la última dictadura argentina (1976-1983) que condenó a perpetua a los exjerarcas Jorge Videla y Emilio Massera, entre otros, murió este viernes a los 81 años a causa de una enfermedad respiratoria.

En un juicio que fue comparado con las sentencias a los jerarcas nazis tras la II Guerra Mundial, Strassera logró con su acusación llevar a la cárcel a Videla, a Massera, al brigadier Orlando Agosti y al general Roberto Viola. Otros cinco acusados fueron absueltos en este primer caso.

“Señores jueces, nunca más”, había cerrado el fiscal su histórico alegato en un juicio oral realizado en los albores del retorno a la democracia, en medio de la fragilidad de las instituciones y cuando la sociedad aún estaba sacudida por el temor a represalias.

El juicio había sido abierto por un decreto del fallecido expresidente Raúl Alfonsín, como uno de sus primeros actos de gobierno cuando asumió en 1983.

Strassera padecía una insuficiencia respiratoria aguda que lo había llevado a ser hospitalizado hacía tres semanas en la clínica San Camilo de la capital, donde se produjo su deceso el viernes, confirmó a la AFP el jefe de terapia intensiva Mario Kenar.

Su frase “Nuca más”, había sido acuñada por el fallecido escritor Ernesto Sabato en el informe, convertido luego en libro, que recopiló los testimonios de sobrevivientes de los crímenes de la dictadura que dejó 30.000 desaparecidos, según organismos humanitarios.

Videla murió en una cárcel común en 2013, tras ser de nuevo sentenciado por sustracción de bebés y cambio de sus identidades, entre otras causas por delitos de lesa humanidad.

“Fue un juicio que nunca hubiésemos imaginado cuando sufríamos la dictadura”, dijo Nora Cortiñas, integrante de la organización humanitaria Madres de Plaza de Mayo quien recordó que no les fue permitido presenciar el proceso con sus emblemáticos pañuelos blancos en la cabeza, símbolo de la lucha por la búsqueda de sus hijos desaparecidos.

Cortiñas lamentó que aquel camino para condenar a los culpables por los crímenes de la dictadura “terminó frustrado por una claudicación de Alfonsín con las posteriores leyes de amnistía” que cerraron los procesos hasta 2005, cuando la Corte Suprema de Justicia las declaró nulas y permitió la reapertura de decenas de juicios, muchos aún en proceso.

“Vimos que había voluntad de castigo a los genocidas, a los responsables del horror total, del robo de niños”, dijo la dirigente humanitaria.

León Arslanián, exjuez integrante del tribunal en el juicio a las juntas militares, destacó el “rol magistral como acusador que tuvo Strassera”.

“Su muerte nos debe producir congoja a todos los que hemos visto la importancia de esa etapa fundacional para el país”, dijo al canal TN.

Arslanian recordó que el proceso de 1985 se realizó en una etapa “en la que estaba todo por hacerse, el poder militar estaba intacto y había un temor social muy fuerte de que la revisión del pasado trajese consecuencias”.

“Fue un ’Nunca más’ a los crímenes aberrantes desde el Estado, pero también un nunca más el golpe en Argentina. Ese es el gran legado de Strassera”, concluyó.

Ricardo Gil Lavedra, otro de los jueces que integró aquel tribunal y firmó la sentencia, dijo que el fiscal encarnó “el símbolo de la justicia en la vuelta democrática”.

Gil Lavedra recordó que Strassera “proporcionó las pruebas para acreditar los hechos y condujo las audiencias orales y públicas que dieron cuenta del horror al desvelar las cuestiones macabras que hacía (el régimen militar) para someter a la población” en la dictadura.

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