"Sandro falleció como consecuencia de un cuadro de shock séptico a las 20:40 horal local (23:40 GMT)", dijo el médico Claudio Burgos a los numerosos periodistas que aguardaban noticias, junto a decenas de seguidoras del artista que habían comenzado a reunirse frente al hospital Italiano.
Sandro había sido intervenido en dos oportunidades durante la jornada pero un cuadro de infección generalizada finalmente acabó con su vida.
Poco antes del trágico desenlace, el último parte médico había señalado que la situación era "crítica" y que el paciente atravesaba "el peor momento desde su ingreso al hospital.
Roberto Sánchez, "Sandro ", víctima de una larga enfermedad producto de su adicción al tabaco, estuvo durante largo tiempo esperando órganos compatibles para el trasplante y finalmente en noviembre recibió el corazón y los pulmones de un donante de 22 años.
Apenas conocida la noticia, cientos de seguidores lloraban a mares la muerte del popular cantautor argentino. En su mayoría mujeres, se agolparon en la puerta del hospital y frente a la vivienda del artista en la localidad bonaerense de Bánfield.
Allí, numerosas personas cantaban sus canciones en una suerte de homenaje, acompañadas por fotos del músico, tal como lo hacen en cada cumpleaños del cantautor, el 19 de agosto, pese a que hacía años que su estado de salud le impedía subir al escenario.
En esa fecha sus seguidoras se daban cita para mostrarle su admiración e incluso para arrojarle alguna braga (lencería) o una carta de amor, como sucedía en cada uno de sus conciertos, con los que brilló en las décadas de 1970 y 1980, y conquistó el público internacional.
Lo velarán en el Congreso Nacional
El cantante argentino Sandro será velado en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso Nacional, informaron fuentes parlamentarias a medios locales.
El Congreso comenzará a ser acondicionado para el velatorio a partir de mañana a las 08:00 locales (11:00 GMT).
Los familiares podrán disponer del lugar desde las 09:00, por lo que se estima que entre esa hora y las 10:00, el cuerpo del cantante arribará al lugar para que puedan despedirse de él todos sus seguidores.
La resolución para que el velatorio se desarrolle en el Congreso fue firmada en la noche del lunes por el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner.
El Elvis Presley argentino que conquistó América
Roberto Sánchez, más conocido con el seudónimo de Sandro de América o simplemente Sandro, fue un émulo de Elvis Presley que en las décadas del 60 y 70 enardeció a multitudes femeninas con sus sensuales movimientos.
Nacido en una barriada obrera de la periferia sur de Buenos Aires en 1945, el cantante se vio irresistiblemente atraído en su adolescencia por "El Rey del Rock", a quien comenzó a imitar en sus provocativas sacudidas pélvicas que hacían suspirar a las muchachas y escandalizar a los grupos conservadores.
"Yo me nutrí con el rock. Gracias al rock dejé las calles, las navajas y las cadenas y agarré una guitarra. Dejé la campera de cuero y las pandillas. El rock me salvó. Me salvó de que quizás fuera un delincuente", le confesó Sandro a Pipo Lernoud, autor de la "Enciclopedia del Rock Nacional 30 Años".
La sensualidad, la seducción y la lujuria fueron el sello distintivo del artista quien, aún en los espectáculos que brindó en plena madurez en los teatros porteños, enfundado en una bata de seda y con una rosa roja en su mano, despertaba los gritos exaltados de sus fieles y ya encanecidas seguidoras.
"Cuando hago los movimientos sensuales en el escenario siento que abajo, en la platea, deben de haber 450.000 ratones corriendo carreras. ¿Qué miran esas chicas? ¿Qué necesidades tienen? ¿Qué vacíos? Me intrigan", dijo en un reportaje en la revista argentina Gente, en 2006.
"Dudo que exista un hombre más sexy que Sandro. Es sensualidad bruta, animalidad pura, mirada de macho, manos de seductor y caderas que estremecen de pensamientos lujuriosos a cualquier mujer que se detenga un instante a escucharlo y admirarlo", afirmó una fan chilena citada en el libro mencionado.
También conocido como "El Gitano", revolucionó el mundo del rock a comienzos de los años 60 con "Sandro y los de fuego", al atreverse a cantar en español a clásicos anglosajones como The Beatles, Elvis, Paul Anka y los Rolling Stones.
"Sandro es (Carlos) Gardel porque fue lo más cercano a Elvis que dio el sur del mundo y, para la industria de la música, porque vendió millones de discos", escribió el periodista especializado Víctor Pintos.
El artista grabó a lo largo de su carrera 52 álbumes y vendió ocho millones de copias.
El cantante abrazó después como solista la música romántica, otra cantera con la que hizo delirar con temas como "Rosa, Rosa" (la más vendida de su carrera) y "Quiero llenarme de ti", a millares de mujeres que hasta arrojaban su ropa interior al escenario.
En 1968, termina ovacionado en el Festival de Viña del Mar de Chile y gana por segunda vez el importante certamen, lo que le abre las puertas de Venezuela, Colombia, Perú, Uruguay, Paraguay, Ecuador, México, Puerto Rico, Costa Rica y República Dominicana.
Su fama llega hasta el mercado latinoamericano de Estados Unidos y en 1969 recibe en Nueva York un disco de oro por haber sido el artista latinoamericano con mayor cantidad de discos vendidos.
Poco después se transforma en el primer artista latino en actuar y llenar el famoso estadio del Madison Square Garden, con dos recitales en vivo frente a más de 250.000 espectadores.