“¡Viva Jesucristo, viva nuestra señora madre de Dios!”, exclamó el sacerdote al iniciar la multitudinaria misa con que se inauguró este megatemplo, uno de los mayores del mundo y aún en construcción.
La multitud coreaba canciones, ondeaba pañuelos blancos y aclamaba la presencia del sacerdote, todo un ’popstar’ que ha vendido millones de discos, DVD y libros, y es seguido día a día en sus programas de radio y televisión.
Miembro del movimiento de ’Renovación Carismática’, surgido a fines de los años 1960 en el seno de la Iglesia Católica, Rossi convoca a multitudes a las animadas liturgias que celebra.
El templo se levanta en un terreno de 30.000 m2, donde antes funcionaba una antigua fábrica. Según la oficina de prensa de Rossi, 20.000 personas caben en la zona cubierta, inaugurada el viernes, y otras 80.000 podrán ubicarse en el exterior, pero esta parte aún no está terminada.
A la ceremonia de este viernes, en la que también se presentó el famoso cantante brasileño Alexandre Pires, asistieron autoridades locales así como el arzobispo de Sao Paulo, Odilo Scherer, y el nuncio apostólico en Brasil, Giovanni Agnello.
“Esta es una buena noticia para la Iglesia Católica, es importante tener un lugar así, un espacio para grandes concentraciones”, declaró el arzobispo a periodistas.
Brasil, con 194 millones de habitantes y sexta economía global, es el país con más católicos en el mundo: 123 millones, un 64,6% de su población.
El país asiste, sin embargo, al explosivo aumento de los evangélicos, que entre 2000 y 2010 pasaron de 26,2 a 42,3 millones, el 22,2% de la población, según datos del último censo.
“Sigo al padre Marcelo desde 1997. Cuando lo escucho, lo veo, siento mucha paz”, dijo a la AFP Nazira Nardoto, una mujer de mediana edad que viajó 10 horas desde el interior del país para asistir a la misa.