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“Es uno de los problemas más difíciles y penosos que tiene el gobierno, lidiar con las dificultades que presenta la Argentina. Porque antes que nada tiene que pensar en el trabajo de la gente y este no es un problema de guapos”, dijo Mujica durante un extenso discurso en la central sindical de trabajadores Pit-Cnt.
El mandatario sostuvo que para Uruguay “el país más gravitante es la economía argentina, mal que nos pese”, recordando que es el tercer destino de las exportaciones y que gran parte de las ventas a ese país son productos con valor agregado.
Así, el mandatario defendió la importancia de la postura conciliadora de Uruguay y sostuvo: “Porque ¿cuál es la alternativa, ir a La Haya?"
Mujica defendió la necesidad de “agrandar el Mercosur todo lo que se pueda” y consideró “decisiva” la incorporación de Venezuela al bloque sudamericano, integrado por Argentina, Brasil y Uruguay, más Paraguay suspendido.
Destacó que el país perdió entre 20% y 25% de su comercio exterior con Europa y que en cambio aumentó con los países latinoamericanos.
El mandatario advirtió a los representantes de todos los sindicatos del país que en los documentos de la central sindical “persiste un lenguaje y una visión que no está equivocada pero no está sutilizada”.
“Es demasiado de la época de la industrialización pesada”, indicó, defendiendo que “la cuestión es la cantidad de valor agregado, de inteligencia por producto, esa es la lucha que tiene Uruguay por delante”.
Como en otras oportunidades, Mujica destinó gran parte de su discurso para cuestionar el consumismo.
“No es el imperialismo la ultima etapa del capitalismo”, advirtió. “La etapa que estamos viviendo se llama consumismo y está gobernando a las masas en todo el mundo”.
“No hacemos la apología de las cavernas ni del pobrismo”, enfatizó no obstante.
El presidente cuestionó además el amiguismo y sostuvo que lo más difícil en una sociedad es el cambio cultural.