Mueren cuatro personas y 15 heridas por el impacto de un cohete en Bengasi

Al menos cuatro personas murieron y 15 más resultaron heridas a causa del impacto de un proyectil en una zona civil de Bengasi, escenario desde la semana pasada de duros combates entre fuerzas de los dos gobiernos libios rivales y milicias yihadistas.

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TRÍPOLI. Según fuentes de seguridad y médicas, el cohete cayó en la céntrica calle Beirut poco después de que aviones de combate atacaran un vehículo cargado con explosivos al este de esta urbe, la segunda en importancia del país.

Las investigaciones apuntan a que el proyectil podría haber sido disparado por alguno de los grupos yihadistas que días atrás emprendieron una ofensiva contra la ciudad, controlada en gran parte por las milicias afines al gobierno rebelde en Trípoli y asediada al mismo tiempo por las fuerzas leales al Ejecutivo reconocido en Tobruk.

El viernes, helicópteros artillados de estas fuerzas bombardearon diversas posiciones yihadistas en la ciudad oriental de Derna, al parecer en respuesta a la ofensiva de los raciales contra la vecina Bengasi.

Un día antes, yihadistas liderados por el grupo radical “Ansar al Sharia” habían intentado asaltar diversos barrios de esta última localidad, acción que desencadenó diversos combates en los que murieron al menos 18 personas, según informaron a Efe fuentes de Seguridad.

Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la comunidad internacional apoyara militarmente el alzamiento rebelde contra la dictadura de Muamar al Gadafi.

Desde las últimas elecciones, el poder está dividido entre los gobiernos, uno considerado rebele en Trípoli y otro reconocido internacionalmente en Tobruk, a quienes apoyan distintos grupos islamistas, señores de la guerra, líderes tribales y contrabandistas de petróleo, armas, personas y drogas.

De la división se benefician grupos yihadistas afines a la organización radical Estado Islámico y a la organización de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), que en los últimos meses han ampliado su poder en influencia en el país, donde no cesan los combates.

La guerra es especialmente cruenta en Bengasi, víctima desde hace más de un año de un duro asedio por parte de las fuerzas lideradas por el general Jalifa Hafter, jefe del Ejército leal al gobierno de Tobruk.

El general, héroe de guerra con Gadafi convertido años después en uno de sus principales opositores en el exilio, lanzó en mayo de 2014 una ofensiva para tratar de arrebatar la ciudad a las fuerzas de Trípoli y decantar así las negociaciones de paz que auspicia la ONU.

Sin embargo, su acción ha fracasado hasta la fecha y enconado aún más el conflicto.

En este marco, el gobierno de Trípoli fue anoche el gran ausente de la firma del acuerdo de paz gestionado por la ONU en la ciudad marroquí de Sijrat, y hoy algunos de sus socios volvieron a reiterar su exigencia de que se aparte a Hafter para que la solución sea posible.

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