La jefa de la Policía, Renee Hall, explicó que su compañero, de 27 años, era uno de los dos agentes hospitalizados “en estado crítico” y que, en su caso, “desgraciadamente ha sucumbido ante las lesiones”.
Según varios medios texanos, Santander habría sido alcanzado por una bala en la cabeza, por lo que, a pesar de la operación de urgencia realizada por los médicos, su estado era extremadamente grave y no pudo superar las lesiones.
Hall comunicó que el otro agente herido, Crystal Almeyda, de 26 años, se encuentra en estado “grave” pero que se recupera a un ritmo mejor del esperado en los primeros momentos, aunque, anticipó, le espera un “largo camino” de convalecencia. Junto a ellos, la otra víctima, Scott Painter, guardia de seguridad del establecimiento de Home Depot donde se produjo el tiroteo, evoluciona “satisfactoriamente” de la intervención quirúrgica.
El presunto autor del incidente, Armando Juárez, de 29 años, se encuentra detenido después de que encontraran su vehículo en un área residencial de Dallas y comenzara una persecución policial que finalizó con su captura en la noche del martes. El tiroteo tuvo lugar hacia las 16:00 hora local en una zona comercial en el norte de la ciudad, donde el sospechoso protagonizó un altercado y, cuando los agentes que atendieron la llamada de los servicios de emergencias se personaron en el lugar, abrió fuego sobre los uniformados.
Juárez enfrenta varios cargos de asalto agravado contra un servidor público y contra civiles y está detenido bajo fianza de 1,1 millones de dólares.
Santander es el segundo agente que pierde la vida en Texas como resultado de una intervención policial y el vigésimo a nivel nacional en lo que va de año.