McCain murió rodeado de sus seres queridos en su casa cerca de Sedona (Arizona), un día después de que su familia anunciara que había decidido suspender el tratamiento del cáncer que lo había alejado de la política en los últimos meses.
“El senador John Sidney McCain III murió a las 4:28 pm el 25 de agosto de 2018. Su esposa Cindy y su familia estaban con el senador cuando falleció. En el momento de su muerte, había servido de forma fiel a los Estados Unidos de América durante sesenta años”, indicó su oficina en el comunicado.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que había mantenido una tensa relación con McCain en los últimos años, lamentó su pérdida en un tuit poco después de conocerse la noticia. “Mi más profunda compasión y respeto para la familia del senador John McCain. ¡Nuestros corazones y nuestras oraciones están con ustedes!”, escribió Trump.
McCain falleció cuatro días antes del que habría sido su 82 cumpleaños, y horas después de que su familia anunciara que el veterano legislador había “optado por interrumpir el tratamiento médico”. La familia explicó que McCain había “superado las expectativas de supervivencia” en el último año, pero que “el progreso de la enfermedad y el avance inexorable de su edad dan su veredicto”.
Desde que fue diagnosticado en julio de 2017 con un agresivo tipo de cáncer cerebral, McCain había recibido tratamiento en su estado de origen (Arizona), aunque continuó durante meses en su labor legislativa y en contacto con su equipo en Washington.
Durante su carrera militar, McCain combatió en la guerra de Vietnam, donde fue hecho prisionero durante cinco años y sufrió torturas. Desde su llegada a la Casa Blanca, la relación de McCain con Trump había sido muy tensa, ya que el influyente senador no veía con buenos ojos muchas de las políticas del mandatario ni su manera de gestionar las relaciones exteriores.
Uno de los episodios más tensos entre ambos ocurrió con el intento de derogación de la reforma sanitaria impulsada por Obama, cuando McCain votó en contra de los esfuerzos republicanos, promovidos por Trump, para acabar con ella sin ningún tipo de reemplazo.