“Las restricciones para la obtención de asilo por parte del Gobierno de Estados Unidos agravan la crisis humanitaria en la frontera con México”, denunció el organismo en un boletín.
MSF consideró que los cambios presentados por la Administración estadounidense que buscan limitar la concesión de asilo a la población centroamericana y la lentitud para procesar solicitudes de asilo en pasos fronterizos “están construyendo un muro administrativo que aumenta la vulnerabilidad de la población centroamericana”.
“Y la expone a situaciones recurrentes de violencia a manos de las organizaciones criminales que operan en territorio mexicano”, subrayó.
En México, MSF ofrece asistencia humanitaria a centroamericanos y han recabado testimonios de víctimas de secuestros, extorsiones, reclutamientos forzados y violencia sexual.
“Temen por sus vidas si regresan a sus países”, apuntó el texto.
De acuerdo con el coordinador general de MSF en México, Sergio Martín, “aunque las medidas restrictivas al asilo del Gobierno de los Estados Unidos se han suspendido temporalmente, muchos de nuestros pacientes centroamericanos nos dicen que evitan ahora cruzar la frontera”.
Según datos propios de MSF, un 68% de la población migrante atendida en sus proyectos ha sufrido algún episodio de violencia en su paso por México y un tercio de las mujeres han sufrido abuso sexual.
Desde 2012, MSF brinda atención médica y en salud mental a migrantes y refugiados provenientes, principalmente de Honduras, Guatemala y El Salvador a lo largo de la ruta migratoria de México.
Desde mediados de octubre, miles de centroamericanos, especialmente de Honduras y El Salvador, iniciaron varias caravanas de migrantes hasta llegar a la frontera de México con Estados Unidos, país en el que esperan solicitar asilo.