“Solamente una investigación imparcial y objetiva permitirá establecer las responsabilidades. Una investigación que no esté perturbada por la politización, por el alboroto político, por nada”, declaró el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, citado por la agencia Ria Novosti. “Debe ser una investigación metódica, concreta” , añadió.
Rusia vetó el miércoles en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución para crear un tribunal especial para juzgar a los responsables de la tragedia, que costó la vida a 298 personas, la mayoría de ellos holandeses.
Los cinco países que investigan los hechos -Malasia, Países Bajos, Australia, Ucrania y Bélgica- habían solicitado este tribunal internacional independiente.
La resolución, presentada por Malasia, estaba apoyada sobre todo por Londres, Washington y París, que acusan a los rebeldes ucranianos prorrusos de haber derribado el avión con ayuda de un misil Buk suelo-tierra proporcionado por Moscú.
Rusia, que desmiente categóricamente cualquier tipo de implicación y acusa al ejército ucraniano, considera que es conveniente esperar a las conclusiones de la investigación, que se prevé que estén listas en octubre.
Según Peskov, Rusia ha presentado preguntas en numerosas ocasiones a los investigadores y ha expresado su voluntad de participar en las investigaciones.
“Desgraciadamente, casi nunca hemos recibido respuesta a nuestras preguntas sobre las circunstancias de esta tragedia”, afirmó el portavoz del Kremlin, añadiendo que Moscú hará todo lo posible por “establecer la verdad”.
Poco después de que se estrellara el avión, el 17 de julio de 2014, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó por unanimidad una resolución pidiendo que los responsables de esta catástrofe aérea “rindan cuentas” y que todos los países “colaboren plenamente” en este sentido. En esa ocasión, Rusia votó a favor.