LA PAZ. Morales llevó a periodistas de medios extranjeros y bolivianos a sobrevolar en helicópteros el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), para contarles su versión de esa obra en la reserva ecológica porque, según él, los ambientalistas dicen “cualquier tontería” y “tergiversan” la realidad.
El objetivo era “lograr un conocimiento aproximado in situ en torno al Tipnis y las posibles alternativas a la construcción de la carretera (entre) Villa Tunari y San Ignacio de Moxos, en atención a las demandas de los indígenas y otros sectores”, dice un comunicado del ministerio de Comunicación.
La vía está proyectada para unir la región central de Cochabamba con la amazónica de Beni, pasando por la mitad del Tipnis, lo cual rechazan los indígenas, que en 2011 ya caminaron por meses hasta La Paz y forzaron a Morales a dictar una ley que prohíbe la obra, aunque luego se arrepintió y ahora la quiere derogar.
Morales firmó una nueva ley este año a instancias de una contramarcha de indígenas oficialistas y cultivadores de coca, base para elaborar cocaína, y promueve una consulta para preguntar a las comunidades del Tipnis si quieren la obra, pero la oposición dice que la amplió a regiones vecinas progubernamentales.
La oposición y los organizadores de la marcha aseguran que el mandatario lleva meses intentando “sobornar” a comunidades de la Amazonía con regalos para que no se sumen a la protesta.
Tras el sobrevuelo con la prensa, en un acto en Trinidad, capital de Beni, Morales reiteró sus criticas a la nueva marcha indígena con el argumento de que se opone a la consulta, que comenzará el próximo 10 de mayo.
“¿Cómo podemos entonces marchar contra un derecho (...) de los pueblos indígenas? Yo, sorprendido”, dijo Morales, que ha visto muy deteriorada su imagen de indigenista y ecologista por el conflicto con los nativos del Tipnis.
Morales llama a la consulta “previa” aunque ya en 2008 firmó los contratos con la constructora brasileña OAS y un banco estatal del mismo país para la carretera, aunque recientemente anunció la anulación de esos acuerdos, por una supuesta lentitud en la obra.
El mandatario ha firmado en los últimos días acuerdos con varias comunidades nativas del Tipnis y los alrededores que prometieron no participar en la marcha que promueve la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob).
Esa organización sostiene que la carretera abrirá las puertas del Tipnis a cultivadores de hojas de coca de la zona aledaña del Chapare, bastión político de Morales, que sigue siendo líder de varios sindicatos de cocaleros.
Uno de los dirigentes del Tipnis, Fernando Vargas, ratificó hoy que el miércoles partirá la marcha desde el pueblo de Chaparina, donde en septiembre de 2011 la primera caminata fue reprimida por la policía con tal violencia que incluso inicialmente la repudió Morales, aunque luego intentó justificarlo.
Vargas denunció que unidades militares se han movilizado por el Tipnis con el propósito, según él, de impedir el inicio de la marcha, mientras que poblaciones afines al Gobierno anunciaron que bloquearán la caminata.
El propósito de marcha es “el respeto de la vida y la dignidad y la defensa de los territorios indígenas, las áreas protegidas, la biodiversidad, el medioambiente y el cumplimiento de la Constitución”, dijo Vargas hoy radio Erbol.