“En Bolivia es obligación del presidente y del vicepresidente encabezar (esas acciones) para combatir la corrupción, no por cuestiones legales, sino por cuestiones morales, éticas y de dignidad de cada país”, declaró Morales al diario La Razón. Morales aludió así a su presencia, la pasada semana, en la entrega a las autoridades peruanas del empresario Martín Belaunde, reclamado por la Justicia de Perú por presuntos actos de corrupción.
La oposición en Bolivia ha criticado la presencia del mandatario en este acto en la frontera entre los dos países, al considerar que el protocolo no requería su presencia, ya que por parte de Perú acudió el ministro del Interior. A juicio del gobernante, sería bueno que otros países de Latinoamérica imiten a Bolivia y entreguen a los corruptos a la Justicia de los estados donde son reclamados.
Morales sostuvo, además, que no entrará “en contradicciones” con su homólogo peruano, Ollanta Humala, quien declaró a medios de su país que en Perú los presidentes no recogen presos. “Es inusual y no es nuestra costumbre que los presidentes vayan a entregar o recibir presos, eso le corresponde a la Justicia. No queremos hacer un uso político de un detenido”, manifestó Humala. Morales y Humala y sus respectivos gabinetes tienen previsto reunirse el 23 de junio para tratar proyectos bilaterales de integración.