Aseguró hoy el extitular británico de la cartera de Energía Chris Huhne.
En un artículo que publica hoy el diario “The Guardian”, Huhne afirmó que tanto el Gabinete de ministros como el Consejo de Seguridad Nacional (NSC), del que él era miembro, vivían en la “más absoluta ignorancia” respecto a este asunto.
Dijo sentirse sorprendido y desconcertado después de que “The Guardian” publicase el pasado junio que el centro de escuchas y decodificación de los servicios secretos británicos (GCHQ) utiliza desde 2010 un programa secreto estadounidense, Prism, y otro nacional, Tempora, para recolectar información privada de los principales servidores de internet.
El político del partido Liberal Demócrata, socio en el Ejecutivo del primer ministro, el conservador David Cameron, opinó que estas revelaciones, facilitadas por el exanalista de la Agencia estadounidense de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden, cuestionan la labor de vigilancia del Estado.
“El Estado no debe creer que tiene derecho a saber, ver y memorizar todo lo que un ciudadano privado comunica. El Estado es nuestro sirviente”, afirmó Huhne, quien dimitió como ministro en febrero de 2012 tras conocerse que cometió un delito de obstrucción la justicia en relación con un caso de exceso de velocidad, por el que fue condenado a ocho meses de cárcel.
“The Guardian” tuvo acceso a documentos clasificados que indican que el centro de escuchas del Reino Unido, ubicado en Cheltenham (oeste de Inglaterra), incurrió en prácticas de “espionaje sistemático” al interceptar conversaciones telefónicas y ordenadores de políticos y funcionarios extranjeros.
“El Gabinete nunca tuvo conocimiento sobre la operación Tempora del GCHQ ni de la estadounidense Prism de la NSA, ni tampoco sobre sus extraordinarias capacidades para recolectar y almacenar correos electrónicos, contactos de voz, actividades en redes sociales e incluso búsquedas en internet”, reiteró Huhne.
El exministro confesó no saber sin Cameron o su titular de Asuntos Exteriores, William Hague, fueron informados sobre estos programas, pero recalcó que el NSC nunca supo algo al respecto.
“Esta falta de información y, en consecuencia, de responsabilidad, alerta sobre la necesidad de actualizar los mecanismos de vigilancia de nuestros servicios de inteligencia tanto como sus técnicas de espionaje”, señaló Huhne.