La agencia de noticias Maan cifra en cerca de 10.000 las personas que participaron en el entierro del principal objetivo de la operación israelí, el líder de Hamás Hamza Abu al Haija, de 22 años, y de los dos miembros de la Yihad islámica que murieron durante el asalto, Mahmoud Abu Zeina, de 17 años, y Yazan Mahmoud Basim Jabarin, de 22.
Siempre según las mismas fuentes, representantes de la ANP, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), al Fatah, Hamás y la Yihad islámica recorrieron las calles hacia el cementerio del campo de refugiados de Yenin, acompañados por miles de personas.
En la marcha, los asistentes pidieron a la ANP que ponga fin a las negociaciones retomadas con Israel el pasado mes de julio bajo patrocinio estadounidense, y que se reconcilie con Hamás, además de clamar venganza contra el Ejército israelí.
Durante la noche, las fuerzas armadas israelíes irrumpieron en el campo de refugiados de Yenin para arrestar a Al Haija, presunto líder del movimiento islamista Hamás al que Israel acusaba de participar en ataques previos en la región y que era buscado por los servicios secretos israelíes (Shin Bet) porque planeaba “futuros atentados”.
Según fuentes militares israelíes, durante la detención el sospechoso se resistió y se acantonó junto a varias personas más en su casa, desde donde disparó a los soldados y lanzó artefactos explosivos en un ataque que fue respondido por los israelíes.
Abu al Haija, Abu Zeina y Jabarin fallecieron en la operación, que según testigos se prolongó durante varias horas, mientras que otras siete personas resultaron heridas, una de ellas en “estado crítico”, comunicó un portavoz del Ejército.
Hamás y la Yihad islámica condenaron hoy los asesinatos, al igual que la ANP, que pidió en un comunicado a “EEUU que actúe inmediatamente antes de un colapso general”.