La marcha contra la ultraderecha llevaba por lema “El futuro de Goslar es multicolor. No hay lugar para el racismo”, y su objetivo era responder a la de signo neonazi, bautizada como “El día del futuro alemán”.
Las autoridades locales habían dispuesto un fuerte dispositivo policial para impedir incidentes y encontronazos entre los manifestantes de una y otra convocatoria.
La marcha neonazi llevaba preparándose desde hace meses y las sucesivas iniciativas ciudadanas impulsadas para lograr su prohibición fracasaron en ese objetivo. Finalmente se convocó una contramanifestación, secundada por sindicatos, iglesias, partidos políticos y organizaciones cívicas, que contó entre sus asistentes con el exministro de Exteriores y exlíder del Partido Socialdemócrata (SPD) Sigmar Gabriel, vecino de esa pequeña ciudad del estado federado de Baja Sajonia.
La marcha de Goslar sigue a la de signo parecido que tuvo lugar la semana pasada en Berlín, también en contra de una convocatoria de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) bajo el lema “Por el futuro de Alemania”. También en el caso de la capital alemana, la marcha contra la ultraderecha superó con creces a la de la AfD, que aglutinó a unos 4.000 seguidores, frente a unos 30.000 contramanifestantes.
La AfD se convirtió en las elecciones generales del pasado septiembre en la primera formación ultraderechista con escaños en el Bundestag (Parlamento federal) desde los años 50. Entonces se erigió en tercera fuerza del Bundestag, al obtener un 12,6 % de los votos, y tiene rango de líder de la oposición tras la formación de la gran coalición entre el bloque conservador de la canciller Angela Merkel y el SPD.