La libertad de credo implica “poder hacer expresión pública de éste”, afirmó Merkel ante la Conferencia Interparlamentaria sobre Libertad Religiosa, celebrada hoy en Berlín y auspiciada por la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido que preside, y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU).
La líder alemana admitió que el uso del velo integral es “un gran obstáculo” para la integración en la sociedad alemana y legitimó, por otro lado, las restricciones que la CDU/CSU quiere imponer a su uso en los espacios públicos.
Merkel incidió así en la iniciativa presentada el pasado agosto por su ministro de Interior, Thomas de Maizière, quien frente a las voces de sus propias filas reclamando una prohibición total de todo velo integral abogó por impulsar restricciones a su uso en determinados ámbitos.
De acuerdo con esos planes, el burka quedará prohibido en manifestaciones, escuelas, guarderías, oficinas tales como registro civil, tribunales, controles de tráfico o cualquier otra situación en que se requiera identificar a una persona.
La canciller expresó asimismo ante ese foro, al que asistían representantes de todo el mundo, su comprensión ante los temores de la comunidad judía por el antisemitismo que se puede generar entre los refugiados musulmanes.
Muchos de esos peticionarios de asilo proceden de países con un concepto “limitado de la libertad religiosa”, dijo Merkel, donde “lamentablemente el antisemitismo y el odio a Israel se dan por consabidos”.
La líder alemana insistió ahí en la necesidad de transmitir a esos colectivos el “sentido del derecho fundamental” a la libertad religiosa, como factor indispensable para la integración en una sociedad abierta y tolerante.