Vincent Lambert sufrió en 2008, cuando tenía 32 años, un accidente automovilístico y los médicos verificaron que los daños cerebrales eran irreversibles.
La justicia ya había dado su autorización para permitir interrumpir los cuidados, pero sus decisiones nunca fueron implementadas porque desencadenaban una nueva batalla legal.
El caso desgarra a la familia desde hace seis años: por un lado los padres, un hermanastro y la hermana de Lambert se oponen a que cesen los cuidados; por el otro, la esposa de Lambert, Rachel, su sobrino y cinco hermanos y hermanas denuncian un ensañamiento terapéutico.
“El doctor Sánchez del Hospital universitario (CHU) de Reims acaba de anunciar” ,viernes, “a la familia de Vincent Lambert que ejecutaría su decisión del 9 de abril de 2018 la semana del 20 de mayo de 2019, sin ninguna otra precisión”, indicaron los abogados Jean Paillot y Jérôme Triomphe, en un comunicado transmitido a la AFP.
El 24 de abril, el Consejo de Estado concluyó que “se reunían las diferentes condiciones para que la decisión de suspender la nutrición y la hidratación artificiales de Vincent Lambert puede ser aplicada”, escribió Sánchez en una carta dirigida a la familia Lambert, a la que la AFP tuvo acceso.
De esta manera, “les informo de que el fin de los tratamientos y la sedación profunda y continua abordada en el procedimiento colegial (1/8)ndlr: del 9 de abril de 2018 por el Hospital universitario de Reims(3/8) se iniciará la semana del 20 de mayo”, agregó.
Los padres de Lambert alegan que el paciente aún puede recuperarse en caso que pueda recibir un mejor tratamiento. Diversas instancias de la justicia francesa se pusieron de lado de los médicos de Lambert, pero los padres no han dejado de batallar el caso hasta la fecha.
Tras la decisión del Consejo de Estado, los padres de Lambert recurrieron al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y al Comité de la ONU de los derechos de las personas con discapacidad.
El THDH rechazó el recurso, pero el Comité de los derechos de las personas con discapacidad pidió a Francia que suspendiera cualquier decisión de poner fin a los cuidados del enfermo, mientras examinaba el fondo del caso.