Medicamentos derivados del cannabis ya pueden recetarse en el Reino Unido

LONDRES. La legislación que permite la prescripción de medicamentos derivados del cannabis entra hoy en vigor en el Reino Unido, aunque, según los expertos, el acceso a estos tratamientos seguirá siendo “limitado”.

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La nueva normativa, que anunció el ministro del Interior británico, Sajid Javid, el pasado mes de julio, autoriza a los médicos especialistas a recetar estos productos, pero no a lo doctores de cabecera, y solo en un número reducido de casos.

Serán susceptibles de esta prescripción los adultos con náuseas causadas por quimioterapia, con rigidez muscular por esclerosis múltiple y los niños con formas raras o severas de epilepsia.

A este último grupo pertenecen los menores Billy Caldwell y Alfie Dingley, cuyos mediáticos y polémicos casos incentivaron este cambio legislativo a mediados de año. Los dos niños, de 13 y 7 años, combatían su enfermedad con medicamentos derivados de este psicotrópico que adquirían en el extranjero.

La situación de Caldwell saltó a la palestra después de que a su madre le requisaran en el aeropuerto londinense de Heathrow la medicina del niño el pasado mes de junio, adquirida previamente en Canadá, y este tuviera que ser ingresado por complicaciones derivadas de la falta de tratamiento.

Los medios de comunicación se hicieron eco del caso, que causó un gran revuelo en el Reino Unido, y motivó que el titular de Interior acordara devolver al pequeño la sustancia y accediera a revisar la legislación.

La circunstancia de Dingley también se hizo notoria en el país, después de que su progenitora denunciara en televisión que el Gobierno se había comprometido a dispensar una licencia extraordinaria que permitiera al niño traer al Reino Unido su medicina pero, tres meses después, el documento no se hizo efectivo. La madre de Alfie, Deacon, celebró la noticia de la modificación legislativa y manifestó que se trata de “un día trascendental para todos los pacientes y para las familias que tienen niños que están sufriendo y quieren acceder al cannabis medicinal”.

Sin embargo, en la nueva guía elaborada por el Servicio Nacional de Salud (NHS, por siglas en inglés) para los médicos de Inglaterra estas medicinas solo deben prescribirse “cuando haya pruebas publicadas de sus beneficios y se hayan agotado otras opciones de tratamiento”.

En la práctica, según afirmó el neurólogo del hospital St. George de Londres Waqar Rashid, la mayoría de doctores van a seguir sin prescribir estos tratamientos porque “muchos de ellos no han sido testados o autorizados de la misma manera que los medicamentos convencionales”.

Por ello, alertó, si “ocurriera algún efecto secundario o daño, aunque fuera leve”, el médico podría seguir enfrentándose a “complicaciones legales”. Es por eso que, a su juicio, “decir que a partir de ahora se podrá prescribir estos medicamentos no es del todo correcto. Solo un grupo muy selecto de profesionales lo hará”, aventuró.

A pesar de que el Ejecutivo de la primera ministra británica, Theresa May, se ha apresurado a matizar que este no es un primer paso en el camino a legalizar la marihuana con fines recreativos, la realidad es que este cambio ha propiciado una mayor aceptación entre la opinión pública sobre la despenalización total de esta droga.

Así lo demuestra una encuesta elaborada por la firma Populus publicada esta semana en el diario “The Independent”, en la que un 59% de lo británicos se mostraba a favor. Según la directora de Política del “think tank” Volteface que encargó el estudio, Liz McCulloch, “en solo seis meses la opinión ha girado significativamente a favor de la legalización” de la marihuana. Algo que, en su opinión, se debe a “una reacción al reciente desarrollo de los acontecimientos alrededor del cannabis medicinal”, a la “creciente conciencia” de los daños que provoca el mercado ilícito y a la ”reciente legalización de esta droga en Canadá".

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