Los organismos se emergencia continúan tratando de llegar a comunidades severamente afectadas por el fenómeno, que azotó el pasado martes Haití y obligó al aplazamiento de las elecciones generales previstas para el próximo domingo 9 de octubre.
Mientras tanto, decenas de personas heridas han empezado a llegar a la capital, Puerto Príncipe, desde la ciudad de Dame Marie, en el sur del país, la región más afectada por Matthew. Las autoridades haitianas no han podido aún determinar la magnitud de los daños y temen que la cifra de muertos vaya en aumento a medida que los socorristas consigan acceder a los lugares que se quedaron incomunicados.
La mayoría de las muertes se han producido en Les Cayes, Dame Marie y Jeremie, en el departamento Sur. El acceso al departamento de Grand Anse, en el suroeste, severamente afectado, está limitado al transporte aéreo.
El presidente interino de Haití, Jocelerme Privet, reconoció ayer que en el futuro este país deberá construir de una manera más segura para evitar situaciones como la que se ha presentado. “La destrucción es muy considerable”, dijo Privert, quien aseguró que muchos países han ofrecido asistencia a Haití, que aún no ha recuperado los estragos del terremoto de 2010 que dejó unos 300.000 muertos, cantidad similar de heridos y 1,5 millones de damnificados.
“Por ahora estamos tratando de mejorar la situación de urgencia y el Gobierno está en todo lado trabajando”, subrayó. El Gobierno haitiano ha asegurado que la situación es catastrófica en el sur del país y ha apelado a la ayuda internacional.