Una estadística conjunta de los ministerios iraquíes de Sanidad, Interior y Defensa precisó que un total de 15.538 personas perecieron en 2014, lo que lo convierte en el año más sangriento en Irak desde 2007, según la nota.
En ese año murieron alrededor de 18.000 iraquíes, según cifras oficiales, mientras que en 2013 perecieron 6.522 en ataques terroristas y actos de violencia.
De acuerdo con las cifras de la ONU, hasta el mes de noviembre, que no incluyen a los combatientes extremistas, el número de muertos en Irak por actos violentos asciende a unos 12.000, y el de heridos, a cerca de 22.000.
A principios de diciembre, la misión de Naciones Unidas en Irak, UNAMI, anunció que al menos 1.232 personas murieron y 2.434 resultaron heridas en actos de terrorismo y violencia durante el mes de noviembre en Irak, salvo en la provincia occidental de Al Anbar, excluida del recuento por la dificultad en comprobar las víctimas.
Irak vive desde el pasado junio una cruenta lucha contra el grupo radical Estado Islámico, que ha proclamado un califato en zonas de ese país y de Siria bajo su control.