Las fuerzas armadas serán usadas en operaciones puntuales para combatir el crimen organizado pero también reforzarán, cuando sea necesario, la tarea de vigilancia que realizan los policías adscritos al gobierno regional de Río de Janeiro, explicó el ministro de Defensa, Raúl Jungmann, en una rueda de prensa.
“Los militares no participarán en ocupaciones de favelas, como en anteriores ocasiones. Serán usados como último recurso siempre y cuando sea necesario. Pero no descartamos que también ayuden a patrullar las calles”, dijo el ministro.