Al término del Consejo de Gobierno, el ministro portavoz, Mustafa al Jalfi, leyó una declaración de Hasad en la que lamentó “el aumento del número de marroquíes pertenecientes a organizaciones terroristas en Siria e Irak”, que no esconden sus “intenciones de ejecutar planes terroristas contra nuestro país”.
Jalfi no quiso detallar en qué consistirán las medidas de seguridad adicionales, pero afirmó que el ministro del Interior ha pedido a los walis (gobernadores civiles) “que eleven las medidas de vigilancia y precaución al nivel máximo”.
Las palabras del ministro del Interior llegan días después de que circule profusamente por las redes un vídeo grabado supuestamente desde Siria por yihadistas marroquíes del Ejército Islámico, que se expresan en dialecto marroquí y en rifeño para amenazar al rey Mohamed VI y expresar su intención de trasladar su lucha a su país.
El vídeo se suma a los numerosos testimonios llegados desde diversas fuentes que apuntan a la abundante presencia de marroquíes dentro del Ejército Islámico que controla provincias enteras de Irak y Siria. Al respecto, Hasad reconoció hoy el “aumento” de estos marroquíes enrolados en organizaciones terroristas, “algunos de ellos con responsabilidades de mando, que no esconden su intención de atentar contra nuestro país aprovechando su experiencia acumulada en la fabricación de explosivos y las técnicas de guerra”.
Para el ministro del Interior, es probable que los yihadistas de Irak y Siria “recurran a los servicios de grupos terroristas activos en los países del norte de África”, así como también es posible que estos yihadistas utilicen “explosivos indetectables por los aparatos de seguridad”. El aumento de agentes de policía en las ciudades y carreteras de Marruecos había sido constatado en los pasados días por numerosos observadores, sin que existiera hasta el momento ninguna explicación.
Hasad enfatizó la confianza que el país tiene en sus fuerzas policiales y pidió a “la sociedad civil, los partidos políticos, los sectores público y privado que se sensibilicen sobre la peligrosidad de las amenazas terroristas y continúen movilizando todas las energías para apoyar los esfuerzos de la administración y las fuerzas de seguridad”.
Marruecos sostiene desde hace meses que la implicación de marroquíes en los conflictos de Siria e Irak es una amenaza directa contra su propia estabilidad por el riesgo de que “trasladen” la yihad a su propio país, a pesar de que varias decenas de retornados de Siria (e inmediatamente encarcelados) han hecho pública una carta proclamando que no albergan ningún proyecto violento en Marruecos.