Con despliegue de tanques de guerra y de tropas, prácticas de francotiradores, sobrevuelo de aeronaves y entrenamientos de armas, unos 200.000 efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y otros 700.000 milicianos, reservistas y civiles participarán en el “Ejercicio soberanía bolivariana 2017” .
“Nunca antes la FANB estuvo más cohesionada, más unida. Este ejercicio nos va a permitir pasar a una nueva fase de alerta, de actitud para el combate defensivo”, afirmó el jefe del Comando Estratégico Operacional, Remigio Ceballos, rodeado de soldados.
Maduro aseguró que jamás “Venezuela había sido amenazada de tal manera”, al referirse a la afirmación de Trump de que no descarta la “opción militar” para resolver la crisis en el país sudamericano y este viernes adoptó medidas financieras.
La Embajada de Washington en Caracas advirtió a los ciudadanos estadounidenses que viven en Venezuela que tomen medidas de seguridad ante los ejercicios militares porque habrá civiles en entrenamiento con armas, además de áreas con fuerte presencia militar.
Estados Unidos impuso recientemente sanciones financieras y jurídicas a Maduro y a una veintena de sus funcionarios, pero este viernes la Casa Blanca dictó las primeras medidas sobre el país: la prohibición de transar nuevas deudas del gobierno venezolano y de la compañía petrolera estatal PDVSA.
“También prohíbe las transacciones en ciertos bonos existentes propiedad del sector público venezolano, así como los pagos de dividendos al gobierno de Venezuela” , según el decreto, que en principio no afectará la exportación petrolera –generadora del 96% de las divisas del país–, pero sí las vitales fuentes de financiamiento.
Antes del anuncio de Washington, Maduro realizó un intercambio de puestos para enfrentar las sanciones económicas, nombrando a Nelson Martínez como nuevo presidente de la estratégica estatal petrolera PDVSA y a Eulogio Del Pino ministro de Petróleo.
“Dos cuarto bate (los mejores) para la batalla. Dada la batería de agresiones económicas, energéticas y financieras que se han aprobado en la Casa Blanca y van a ser anunciadas en los próximos días (...) tenemos que prepararnos”, afirmó.
El mandatario da por hecho que en breve Estados Unidos aplicará un “bloqueo económico y naval” contra Venezuela, que alberga las mayores reservas de crudo del mundo y exporta a ese país 42% de los 1,9 millones de barriles de petróleo que produce diariamente.
Los ejercicios militares se realizan en medio de una fuerte convulsión política por el rechazo de muchos venezolanos y de la comunidad internacional a una Asamblea Constituyente oficialista que rige el país con poderes absolutos.
La FANB, con unos 365.000 efectivos, con armamento de origen chino y ruso, y gran poder político y económico, es el principal sostén del gobernante socialista, cuya gestión es rechazada, según la firma Datanálisis, por un 80% de los venezolanos. Reunido con el alto mando militar, Maduro lanzó la noche del jueves un claro mensaje a las tropas: “Estás con Trump y el imperialismo o estás con la FANB y la patria”.
“Debemos tener claro, sobre todo la juventud militar, que hay que cerrar filas con la patria, que no es tiempo de ninguna fisura y que el que dude debe irse de la Fuerza Armada”, sentenció.
A inicios de agosto, una veintena de hombres, de ellos al menos tres oficiales, asaltó un fuerte en Valencia (180 km al oeste de Caracas) y robaron armas, lo que según expertos dejó ver el malestar en rangos medios, aunque gobierno y cúpula militar descartan divisiones.
“Somos una Fuerza Armada leal a nuestro (...) comandante en jefe Nicolás Maduro. Siempre hay ovejas descarriadas, eso ocurre en todas partes, hasta en las mejores familias, pero nosotros tenemos un código de justicia militar”, aseguró Ceballos.
En mayo, el opositor Henrique Capriles aseguró que unos 85 soldados, sargentos y capitanes fueron detenidos por disentir de la “represión” a protestas opositoras, que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio. Maduro también ordenó ejercicios militares en 2015 cuando el entonces gobierno de Barack Obama declaró a Venezuela una “amenaza inusual y extraordinaria”, y en 2016 cuando se prolongó esa declaratoria.