El Alto Tribunal malasio encontró a Fong Kong Meng, de 58 años, y a su esposa Teoh Ching Yen, de 56, culpables de asesinato por la muerte de Isti Komariyah, de 26 años, originaria de Banyuwangi, en Java Oriental, y que llevaba tres años al servicio del matrimonio.
“Tenía 26 años y pesaba apenas 26 kilos cuando fue trasladada al centro médico de la Universidad Malaya con moratones y marcas de arañazos en la espalda, brazos y frente. Fue declarada muerta al llegar al hospital”, indico el periódico The Star.
La juez Azian Shaari consideró que Isti, que pesaba 46 kilos cuando comenzó a trabajar para el matrimonio en 2008, murió por inanición después de que la pareja la dejara sin comida ni tratamiento médico entre mayo de 2010 y junio de 2011.
El abogado del matrimonio anunció que recurrirá la condena a la pena capital, que en Malasia se ejecuta mediante la horca.
Miles de inmigrantes, legales e ilegales, sufren palizas, sobreexplotación, torturas o abusos sexuales en Malasia, donde son empleados en sectores como la construcción, plantaciones de caucho o aceite de palma, o servicio doméstico.
Una camboyana que trabajaba en el servicio doméstico murió de hambre en 2012, lo que supuso una condena de 24 años de cárcel para sus empleadores y llevó a las autoridades camboyanas a suspender el envío de estas trabajadoras a Malasia.