CHILPANCINGO. Los docentes, que el martes habían prendido fuego la sede del oficialista PRI en Chilpancingo, atacaron en esta ocasión la sede de la Contraloría de la Secretaría de Educación en Guerrero.
Unos 150 miembros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), la mayoría encapuchados, destrozaron las instalaciones de la Contraloría y las prendieron fuego, sin que se hayan reportado heridos.
El cuerpo de Bomberos llegó al lugar para tratar de sofocar el fuego.
Los maestros forman parte de una corriente radical del sindicato nacional y el año pasado ya habían llevado a cabo fuertes protestas para oponerse a una reforma educativa, en las que también incendiaron varias sedes de partidos e instituciones oficiales, incluida esta misma Contraloría.
Un vocero de los padres de los jóvenes desaparecidos, que exigen al gobierno que mantenga la búsqueda para encontrarlos con vida, se han desligado de este tipo de acciones y han denunciado que en las manifestaciones hay “infiltrados”.
Las acciones de protesta por los desaparecidos se han recrudecido desde que la fiscalía anunció el viernes que, según sicarios narcotraficantes detenidos, los jóvenes fueron asesinados y sus cadáveres incinerados y arrojados a un río.