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Maduro se reunió en un acto con los candidatos de la alianza oficialista conocida como el Gran Polo Patriótico (GPP) y los movimientos sociales en Caracas, en la semana decisiva de la contienda electoral.
“Yo no me voy a entregar bajo ninguna circunstancia, sé que vamos a triunfar, pero si pasara alguna circunstancia negativa, yo me iría a las calles a luchar con el pueblo y la revolución pasaría a otra etapa. No esperen de mí un cobarde, esperen de mi un hijo valiente de Chávez, en la calle, con el pueblo”, advirtió.
El mandatario venezolano aclaró a los chavistas que “estamos en una guerra muy arrecha” (furiosa) y pidió tener “disciplina” porque “nos estamos jugando la patria. Vamos a una batalla histórica, que nadie se confíe ni apendeje, vamos a una batalla vital para el futuro de la paz denuestros hijos y de esta patria que merece ser independiente”, acotó.
Maduro precisó que “tenemos en este momento en el 1x10 (una fórmula de movilización popular en la que una persona se debe encargar de buscar 10 votos más) de las unidades (Simón) Bolívar - (Hugo) Chávez, inscritos, certificados, visitados, contactados, 6.514.315 batalladores, compatriotas, guerreros de Chávez” “El 1x10 mata encuestas, mentiras, manipulaciones, con el 1 x10 ganamos como sea” afirmó.
Sin embargo, pidió a los chavistas desplegarse en una “ofensiva envolvente que saque de la modorra a los compañeros que están molestos, que pudieran cometer el error de castigarse a sí mismos si votan por la derecha. Aquí no están los candidatos de la burguesía ni del imperialismo, aquí están los candidatos de Chávez”, aseveró. Por primera vez en 16 años el chavismo llega a unas elecciones con desventaja y con la clara posibilidad de perder, toda vez que las encuestas locales que ya han cerrado aseguran, en su mayoría, que será la oposición la que tendrá el triunfo en la contienda.
A cuatros días de que cierre la campaña, la alianza opositora conocida como la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) envió un mensaje contundente a los miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Los opositores en el texto exigen a los uniformados respetar la Constitución y la voluntad del pueblo en las urnas y además que garanticen que los comicios transcurran en forma “transparente” y en “paz” y que los resultados sean “indiscutiblemente respetados sin reservas”.
“La Fuerza Armada Nacional, institución como todas las demás, subordinadas en primer lugar, a las normas constitucionales y, luego a la voluntad popular, tiene la obligación de velar para que ambas se respeten incondicionalmente tanto en el acto de votación como en el de los escrutinios y el de la proclamación de los diputados electos a la Asamblea Nacional”, dijo EnriqueMárquez, dirigente de la coalición opositora al leer el texto.
Márquez destacó que el organismo castrense “no es una agrupación ni partidista ni política y no puede estar subordinada a ningún interés” tras destacar que “la elección del parlamento es la más importante. Gracias a ellas se constituye el cuerpo que legisla para todos, que controla las acciones del gobierno para impedir arbitrariedades, que vigila la marcha del país para legislar de modo eficaz y oportuno, que debe intervenir con lucidez en la designación de los miembros de otras instituciones del Estado”, expresó.
En este sentido, sostuvo que el llamado Plan República “tiene la obligación de desoír cualquier llamado, instrucción u orden en sentido contrario, sea quien sea el que lo plantee”. El plan es un operativo organizado por el Ministerio de la Defensa que se inició este lunes con el despliegue de más de 163.000 militares en diversos puntos estratégicos del país para garantizar la seguridad de las elecciones antes, durante y después de los comicios. “Estamos seguros de que ha llegado la hora del cambio y la Fuerza Armada no puede sino garantizar que bajo ningún pretexto sean bloqueados ni coartados esos cambios”, enfatizó.
Más de 19 millones de venezolanos inscritos en el registro electoral acudirán a las urnas el 6 de diciembre para elegir a los 167 diputados de la Asamblea Nacional (AN), que por más de una década ha permanecido bajo el control del chavismo.